La Policía Local de Murcia detuvo este jueves a un individuo por pegar presuntamente un puñetazo en la cara a su esposa, tirarle bruscamente de los pelos y sujetarle del cuello de la ropa contra la pared mientras le profería amenazas de muerte, según fuentes del citado Cuerpo.

Los hechos tuvieron lugar este jueves por la tarde, cuando el Teléfono Único de Emergencias 1-1-2 recibió una llamada de vecinos del barrio de San Antolín alertando que estaban escuchando una fuerte discusión entre un hombre y una mujer, temiendo que pudiera estar produciéndose un supuesto caso de violencia de género.

El 1-1-2 avisó a la Sala del 092, que inmediatamente envió al lugar a agentes de la Policía Local que escucharon fuertes gritos procedentes de la dirección indicada.

Al llamar a la puerta de la vivienda, la mujer abrió la puerta a los agentes y les pidió ayuda, llorando y muy nerviosa. La víctima, que estaba junto con su hija de cuatro años de edad, relató a los agentes lo sucedido.

En concreto, la mujer explicó a los agentes que cuando se encontraba acompañada de sus tres hijos, ha llegado su marido a casa y, tras una discusión, le ha golpeado en la cara con un puñetazo, le ha tirado bruscamente de los pelos y, sujetándole del cuello de la ropa contra la pared, le ha proferido amenazas de muerte.

Además la mujer dijo que no era la primera vez que recibía amenazas de muerte y que ha sido agredida por su marido, aunque nunca ha solicitado auxilio a la policía ni ha presentado denuncias, esperando que la falta de entendimiento entre ellos se solucionara con la separación o divorcio, algo a lo que él no estaba dispuesto, según manifiesta.

Los agentes pudieron observar que la mujer presentaba el pómulo derecho del rostro enrojecido e inflamado y el cabello desgreñado.

Al ser preguntado por lo sucedido, el marido manifestó que no había pasado nada, que estaba muy tranquilo y que tan solo había sido una discusión con su pareja por desavenencias respecto al destino de un dinero.

A la vista de los hechos, los agentes procedieron a la detención del marido mientras que la mujer víctima de la agresión y amenazas, fue asistida por las Agentes del Equipo de Protección y Atención a la Familia, quienes le acompañaron al centro de salud para ser atendida por un facultativo médico.

A continuación, tras recibir asistencia médica, los agentes acompañaron de nuevo a la mujer su domicilio para quedar a cargo de sus hijos, siendo informada de sus derechos como víctima de violencia de género y mostrando su intención de declarar por lo sucedido cuando sea requerida por la Unidad de Atención a la Familia y la Mujer del Cuerpo Nacional de Policía.