Con los ojos como platos por la ilusión y entre bailes nerviosos al ritmo de los grupos de danza y las carrozas, miles de niños murcianos acompañados de sus padres y familiares quisieron hacer ayer tarde más amena la espera de la llegada de sus regalos viendo en directo la Cabalgata de los Reyes Magos que recorrió el centro de la ciudad y que partió por primera vez desde el barrio del Infante para llevar su colorido y alegría a todos los rincones.

La magia y fantasía habitual con los personajes de dibujos animados y series infantiles como Bambi o los protagonistas de El Rey León tuvieron un complemento más clásico en la recreación de la historia de la ciudad de Murcia, representada por dos grandes torres que recordaban el reciente 750 aniversario de la creación del Concejo de Murcia por Alfonso X el Sabio. Entre los más de 1.800 participantes en la Cabalgata no faltaron una representación del Real Murcia y camiones clásicos de Bomberos, así como los bailarines, que con sus saludos alegraban a los niños, incluso a aquellos que, subidos a los hombros de sus padres, pedían a gritos caramelos; porque también hubo regalos, tal y como exige una noche en la que ellos son los protagonistas. Un bebé gigante despertó la admiración de todos y la estrella de Oriente guió a Melchor, Gaspar y Baltasar en su paseo antes de entregar los esperados regalos.