Casi 15 años después de que el Ayuntamiento y el que fuera dueño del Real Murcia, el fallecido Jesús Samper, firmaran el convenio que dio pie al complejo residencial, deportivo y comercial de Nueva Condomina, una parte de los compromisos incumplidos podrían ahora llegar a los tribunales.

Se trata del campo de golf, una de las contraprestaciones que el municipio recibiría a cambio de ese acuerdo urbanístico que permitió hacer al anterior propietario del equipo grana un estadio de fútbol municipal, viviendas y un centro comercial. La instalación para practicar golf, al igual que otras que fueron incluidas en el convenio firmado -ciudad deportiva, centro de medicina deportiva, residencia para deportistas y centro de empresas- no se ha construido y el Ayuntamiento está harto de esperar a que se edifique. No ha ayudado a que esa situación se subsane la crisis económica y el que Desarrollos Nueva Condomina, empresa que gestionó posteriormente el convenio, esté en liquidación por concurso de acreedores.

La concejalía de Urbanismo, que dirige el edil Antonio Navarro Corchón, es consciente de todo ello y ayer citó a los grupos de oposición del Ayuntamiento (PSOE, Ciudadanos, Ahora Murcia y Cambiemos), en la que les entregó los 400 folios de que consta el expediente del campo de golf y el último informe que se ha realizado en el departamento municipal sobre la no construcción de esta instalación. En ese documento, al que ha tenido acceso esta Redacción, se indica que procede iniciar la declaración de incumplimiento del convenio y que el Ayuntamiento determinará las consecuencias jurídicas de dicha «declaración de incumplimiento», lo que podría acabar en los tribunales, explicaron fuentes municipales.

Otra de las posibilidades que tiene la Concejalía es hacer de forma subsidiaria las obras tanto del campo de golf (7,5 millones) como las de urbanización (20,8 millones), una propuesta que tiene en su contra el escaso aval que entregaron los distintos promotores es de 11 millones. Se baraja también la revisión del convenio con la disminución de aprovechamientos y de número de viviendas y modificar el plan parcial. El informe técnico en el que se apoyan estas propuestas indica que esta última opción tiene una pega y es que las parcelas a las que se les reduciría la edificabilidad no son todas de Desarrollos Nueva Condomina.

Los grupos del Ayuntamiento de la oposición pusieron ayer el grito en el cielo por el tiempo transcurrido desde que se firmó el convenio hasta la actualidad, sin que se le hubiera dado ya una solución a los incumplimientos. En diez días, la Administración local tendrá que decidir si finalmente va a los tribunales o no.