La concejala del Grupo Municipal Socialista en el ayuntamiento de Murcia, Susana Hernández, criticó ayer «la negativa del gobierno de José Ballesta a permitir que las juntas municipales inviertan en obras de acondicionamiento en colegios públicos», según informaron fuentes de esta formación política en un comunicado.

Según la edil socialista, hasta hace unos días las juntas municipales podían disponer del presupuesto contenido en el capítulo de inversiones para realizar pequeñas obras en colegios, tales como colocación de aire acondicionado, instalación de zonas de sombraje en los patios o compra de libros para la biblioteca. «Habitualmente estos gastos no han superado ni los 3.000 euros y las juntas municipales no han tenido problema en estos años a la hora de realizar esas mejoras que, en muchas ocasiones, han asumido por la apatía y falta de interés del propio ayuntamiento y de la consejería de Educación, que tiene las competencias en Educación», añade la concejala.

«De repente nos encontramos con que la concejalía de Descentralización prohíbe a las juntas realizar estas actuaciones de acondicionamiento», explica Hernández, quien critica que, ahora, «a las juntas municipales sólo se les permite realizar pequeñas reparaciones pero no dar respuesta a las demandas de padres, madres y profesores que son ignoradas por las administraciones local y regional».

La edil socialista lamenta que el gobierno del PP «no tenga problema en que las juntas puedan gastar miles de euros en fiestas y actividades lúdicas, pero sí ponga trabas a cualquier inversión que mejore el día a día de los alumnos y alumnas del municipio».

«Lo que queda patente con esta prohibición absurda es que el concejal de Descentralización, José Guillén, está más preocupado por evitar que las juntas que no preside el PP logren cosas, que por responder a las necesidades de los murcianos y murcianas», manifestó Susana Hernández, quien acusa a Guillén de «paralizar y bloquear una y otra vez las juntas municipales».

«El gobierno de Ballesta tiene dos opciones: o permite a las juntas invertir en aquellas reformas, acondicionamiento o material que los colegios públicos necesiten o se encarga el Ayuntamiento de poner solución a esos problemas al tiempo que exige a la Consejería que también ejerza su competencia», asevera. Sin embargo, señala que «si Ballesta y su equipo no están dispuestos a invertir en los colegios del municipio para, entre otras cosas, seguir presumiendo de superávit, le exigimos que deje trabajar a las juntas municipales».