El ayuntamiento de Murcia ha puesto en marcha un plan para recuperar y poner en valor el histórico palmeral de Zaraiche, un espacio verde de unos 9.000 metros cuadrados con más de 600 palmeras, a través del cuidado y adecuación de esos ejemplares y la plantación de frutales y otras plantas.

El alcalde de la ciudad, José Ballesta, presentó ayer ese proyecto, que saldrá a contratación por un importe de 66.800 euros y que tiene como objetivo recuperar este espacio emblemático que comenzó en los años 70 un proceso de deterioro y que es propiedad municipal desde 2014.

El palmeral, que cuenta con ejemplares de más de 200 años de antigüedad, está catalogado como Patrimonio Medioambiental y Paisajístico del municipio de Murcia y está dotado de un singular sistema de regadío tradicional a partir de la aportación de caudales desde la Acequia Zaraiche y la red de drenaje de aguas sobrantes, realizado mediante el Azarbe del Cantino.

Esta zona de huerta, ubicada junto al Carril del Palmeral de la pedanía de Santiago y Zaraiche, dispone de una importante población de palmeras datileras y un singular sistema de regadío tradicional a partir de la aportación de caudales desde la Acequia Zaraiche por el poniente y la red de drenaje de aguas sobrantes, realizado mediante el Azarbe del Cantino a levante. Además de las hileras de palmeras, en su interior se dan las condiciones óptimas para la explotación de otros cultivos asociados.

«El Plan de Acción de la Huerta de Murcia que estamos impulsando desde el Ayuntamiento persigue la recuperación de suelos agrícolas de la Huerta, para su cultivo, puesta en valor y disfrute y, en este sentido, el palmeral de Zaraiche destaca como uno de los parajes naturales tradicionales más emblemáticos del municipio, que queremos devolver a todos los murcianos», explicó el alcalde.

Para la recuperación de este pulmón verde de la ciudad se ha proyectado la creación de una red senderos que recorran las alineaciones de palmeras, con bancos y lugares de estancia como pérgolas integradas con el entorno. Se practicará una «agricultura a tres alturas»: por un lado, las palmeras datileras en el estrato superior, que crean un microclima que permite la proliferación de árboles frutales como ganados y membrilleros a un nivel intermedio y de plantas ornamentales a nivel del suelo.

El proyecto tendrá un plazo de ejecución de tres meses desde su adjudicación y la concejalía de Empleo, Turismo y Cultura está desarrollo un proyecto complementario de acondicionamiento que incluya un escenario para la dinamización cultural en el entorno.

Control del picudo rojo

El Ayuntamiento ya llevó a cabo este verano el acondicionamiento de este entorno que se divide en dos áreas: Palmeral Grande y Palmeral Chico (ambos separados por 350 metros de distancia), arrancando las malas hierbas, podando, regando y limpiando los ejemplares, lo que ha permitido asegurar la continuidad del sistema de riego tradicional.

Además, desde Parques y Jardines se realiza periódicamente un riguroso y exhaustivo tratamiento de control de plagas. En este sentido, José Ballesta indicó que la próxima semana «se va a llevar a cabo un método experimental de lucha biológica a través de hongos, para prevenir el picudo rojo, garantizando la buena salud de las palmeras con tratamientos alternativos a los productos químicos».