El juez de la Audiencia Nacional Alejandro Abascal ha decretado este martes prisión incondicional para el presunto yihadista detenido ayer en Valladolid y le acusa de los delitos de pertenencia y colaboración con la organización terrorista DAESH además de enaltecimiento del terrorismo.

El magistrado de refuerzo en el Juzgado Central de Instrucción Número 6 de la Audiencia Nacional ha dejado en libertad a otro sospechoso detenido en Murcia aunque le impone comparecencias semanales, retirada del pasaporte y la prohibición de salida del territorio.

Los presuntos yihadistas, que responden a las identidades de Ali A. y Kamal T. y son de nacionalidad marroquí, han prestado declaración ante el magistrado esta tarde. La investigación ha permitido poner de manifiesto el proceso de Ali A. de interiorización de los contenidos propagandísticos del Estado Islámico hasta asumir su propia pertenencia a la organización terrorista.

Se constata además que con el conocimiento y apoyo de su amigo Kamal decidió realizar los preparativos para trasladarse a la frontera con Siria, pero fue detenido por las autoridades turcas. Cuando quedó en libertad regresó a España y volvió a contactar con éste que tuteló su retorno y actuó como protector frente a las posibles injerencias externas a su círculo de confianza.

En el auto el magistrado relata cómo a través de los sellos de su pasaporte se pudo obtener información sobre la ruta que siguió en los Balcanes, y que se ha convertido en uno de los trayectos recientemente conocidos como alternativos por los captados para enrolarse en el DAESH para así evitar los controles en Turquía. Añade que se puede concluir que Ali A. se trasladó a la frontera turco-siria donde funciona una de las redes reclutadoras del EI.

Del adoctrinamiento a la captación

El magistrado señala también que la investigación ha permitido acreditar el aislamiento social voluntario practicado por el detenido, que únicamente mantiene contacto con su círculo más cercano, y su radicalización en la práctica del Islam, ya que el presunto yihadista se comprometió con el ideario terrorista pasando del adoctrinamiento mediante Internet y del que se hace eco el magistrado, a la captación.

Una vez finalizada esta fase, en la que su compromiso estaba totalmente garantizado, accedió al siguiente estadio, que era su total y plena integración en DAESH. Fue en este período donde, con la ayuda del segundo detenido, decidió realizar los preparativos para, en secreto, trasladarse hasta la frontera de Siria, donde debía contactar con un miembro de DAESH que lo trasladaría a la zona de conflicto.

Una vez en el destino, sería reubicado en alguna de las áreas de combate de la organización terrorista o se sometería a entrenamiento en el manejo de armas y explosivos, para retornar y atentar en Europa, sin embargo, el final de su viaje se produjo en la frontera turco-siria, donde la Policía turca lo detuvo.

La operación, que continúa abierta, se ha desarrollado bajo la dirección y supervisión del titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 y coordinado por la Fiscalía de la Audiencia Nacional.