Las obras de modificación del enlace de las autovías A-30 entre Cartagena y Madrid y A-7 en dirección a Alicante y a Andalucía, junto a los centros comerciales y el cementerio de Nuestro Padre Jesús, en el conocido como 'nudo de Espinardo', siguen provocando molestias a los conductores. Ayer, el aumento del tráfico por la vuelta a la actividad tras las vacaciones de verano se notó de manera especial, ya que desde las ocho hasta media mañana se produjeron 16 kilómetros de retenciones. Y es que a los trabajos habituales se suma hasta el viernes el corte del desvío a Madrid desde Alicante por Espinardo.

La A-30 registró desde las ocho de la mañana circulación irregular desde el kilómetro 135 al 148, a la altura de Murcia, en sentido a Albacete. Y es que los vehículos que se incorporan por la autovía en dirección a Albacete y Madrid desde Alicante no pueden hacerlo de manera directa y tienen que entrar por la salida 567B en dirección a Juan de Borbón, la vía paralela a los centros comerciales y girar por la glorieta del Ikea. Algo que ayer pilló por sorpresa a muchos conductores.

Además, la A-30 registró congestión por circulación desde las 8.03 horas desde el kilómetro 132 al 148, a su paso por Murcia, en sentido de la creciente de la kilométrica hacia Cartagena, según informó la Guardia Civil de Tráfico.

Con la modificación del ramal procedente de Alicante con destino a Madrid, y, una vez realizada la incorporación a la calzada de la autovía de Albacete, se mantendrán los cuatro carriles, dos existentes y dos provenientes del ramal principal en una longitud de 100 metros para, a continuación, incorporar el tráfico del cuarto carril hacia los carriles interiores. Según fuentes del ministerio de Fomento, del que dependen directamente estos trabajos, «las obras van a buen ritmo y dentro del plazo previsto», aunque prefieren no adelantar nada sobre su fecha de finalización, sobre la que se informará de forma concreta al producirse, para evitar de esta forma confusiones que puedan afectar al tráfico. El importe total destinado por el Ministerio a esta remodelación ha sido de 3,8 millones de euros.

Ambas autovías ampliarán hasta 44 kilómetros de longitud con los terceros carriles, que se complementarán con la Variante Noroeste de Murcia, dividida en los Arcos Norte y Noroeste. Los trabajos incluyen la prolongación del carril adicional para circulación de vehículos lentos en rampa en la autovía A-30 en dirección a Molina.