Son jóvenes de entre dieciocho y treinta años, con muchas ganas de viajar, descubrir nuevos lugares y conocer gente y culturas diferentes; pero, sobre todo, con ganas de ayudar a todo aquel que lo necesite. Son estudiantes, algunos de ellos ya con la carrera terminada e, incluso, los hay que sufren alguna discapacidad física, algo que, no obstante, no les supone una barrera o límite para hacer lo que realmente les apasiona: colaborar. Esto es lo que quieren transmitir los chicos del proyecto Erasmus Plus, un programa de voluntariado europeo, sin ánimo de lucro, en el que también colabora desde hace años la Región de Murcia.

«Para ser exactos, este proyecto se inició en la Región en 1995, aunque no fue hasta 2011, gracias a un plan de mejora, cuando aumentó la demanda entre los jóvenes murcianos. Desde entonces, han sido 187 los voluntarios que se han animado a viajar a otro país para descubrir nuevas experiencias», aseguró la concejala de Juventud y Cooperación al Desarrollo, Rebeca López, durante un encuentro con más de una decena de jóvenes que, o bien acaban de regresar de su voluntariado, o están a la espera de iniciar próximamente esta nueva etapa de sus vidas.

«Yo soy sordociega, y esta experiencia ha sido un verdadero reto, pero quería demostrarle a todo el mundo, y sobre todo a mí misma, que soy capaz de moverme por una ciudad y un país que no es el mío. Las personas con discapacidad también podemos viajar, movernos por el extranjero con total libertad y ayudar a otras personas que lo necesiten», asegura Jessica García, que próximamente viajará a Bélgica para colaborar en un centro social durante seis meses.

Así mismo, todos coinciden en que es una experiencia enriquecedora, no solo por la satisfacción de poder ofrecer algo a los demás, sino «porque te permite crecer como persona, ya que convives con gente que piensan diferente a ti, que tienen sus historias y una cultura muy diferente. Por mínimo que sea el trato, siempre dejan algo en tu interior», afirma Inés Martínez, periodista que tras finalizar sus estudios decidió unirse a este plan y acaba de regresar a Murcia tras casi un año en Irlanda.

Para participar en este proyecto únicamente se necesita que la persona interesada se inscriba en una bolsa de voluntariado europeo. Tras esto, recibirá información sobre las plazas disponibles que posee la Región para los diferentes países. Cuando el voluntario esté interesado en una de estas vacantes solo tendrá que enviar su currículum y una carta de motivación donde exprese su interés por el proyecto. Además, la cuestión económica no debe ser una preocupación para los jóvenes voluntarios, ya que la Comunidad se hace responsable de todos los gastos gracias a un presupuesto de financiación de 800.000 euros.

Para estos jóvenes lo más difícil no es enfrentarse a un país y a una cultura o un idioma distinto al suyo, «lo difícil es volver» y todos coinciden en que volverán a repetir una «maravillosa experiencia que te cambia la vida».