Un equipo multidisciplinar de científicos, integrado por investigadores de diferentes nacionalidades, españoles (UCAM, clínica Cemtro de Madrid y hospital Clínic de Barcelona), turcos, chinos, estadounidenses y japoneses ha descubierto «la clave de la eterna juventud», al menos en lo que se refiere a un tipo de células progenitoras del riñón humano. Todos han estado dirigidos por el español Juan Carlos Izpisua, profesor del Laboratorio de Expresión Génica del Instituto Salk de EEUU y Catedrático Extraordinario de Biología del Desarrollo de la Universidad Católica de Murcia (UCAM).

«Estudios de esta envergadura pueden llevarse a cabo gracias a la colaboración de científicos de distintos centros de investigación en todo el mundo», apunta la vicerrectora de Investigación de la UCAM, Estrella Núñez. «Dentro de la estrategia de investigación de la UCAM, la colaboración con investigadores y centros de prestigio de otros países es una de nuestras líneas prioritarias», asegura.

Intentos previos para mantener en cultivo células progenitoras de nefrona fracasaron, ya que las células morían o perdían gradualmente su capacidad de desarrollo. Sin embargo, mediante cultivo en 3D y utilizando un nuevo medio de cultivo, este grupo de investigadores ha conseguido capturarlas y mantenerlas en cultivo en el laboratorio. Este tipo de células presentes en la fase inicial del desarrollo del riñón se podrían utilizar para generar tejido renal con el fin de estudiar la fisiología del propio riñón o cualquier enfermedad que afecte a este órgano.

«Tener una fuente inagotable de células progenitoras de riñón podría ser el punto de partida para generar órganos funcionales en el laboratorio, así como una forma de empezar a aplicar terapias celulares a riñones cuya función está disminuida», dice Juan Carlos Izpisua, investigador principal del estudio. Células progenitoras de las nefronas (NPC) solamente existen, al menos en seres humanos, durante una breve etapa inicial del desarrollo embrionario.