La Guardia Civil de la Región de Murcia ha llevado a cabo la operación ´Achuchones´, enmarcada en el ´Plan Mayor Seguridad´, que ha culminado con la desarticulación de un grupo delictivo en Murcia, integrado por tres personas y dedicado a cometer robos y hurtos mediante el asalto a personas de edad avanzada por el método del abrazo. Hasta el momento se ha esclarecido más de una docena de hechos delictivos cometidos en ocho provincias.

Una patrulla de prevención de seguridad ciudadana de la Benemérita que se encontraba en la pedanía murciana de El Campillo-Esparragal, detectó cómo un vehículo circulaba a gran velocidad, al parecer huyendo precipitadamente, por lo que se realizó un seguimiento y se logró interceptar poco después.

Los guardias civiles observaron que los tres ocupantes del vehículo detenido presentaban un elevado estado de nerviosismo a la vez que intentaban ocultar algo, por lo que se procedió realizar una inspección más exhaustiva tanto en el vehículo como sobre los sospechosos.

Mientras se realizaban las comprobaciones pertinentes, los agentes fueron alertados por un grupo de personas que informaban haber sido víctimas de un robo con violencia cometido por los ocupantes del vehículo instantes antes en la localidad de El Campillo-Esparragal, teniendo que ser atendida una mujer de avanzada edad por las lesiones sufridas a consecuencia del robo, por lo que se procedió a la detención de los sospechosos, como presuntos autores de delito de robo con violencia e intimidación, y se incautó el vehículo y un cortaúñas supuestamente utilizados por los arrestados en su actividad delictiva.

Ante las sospechas de que estas personas pudieran integrar un grupo organizado que venía actuando por la zona, los guardias civiles iniciaron la operación con el objetivo de verificar si pudieran estar tras la autoría de otros hechos delictivos.

Las primeras pesquisas practicadas permitieron constatar que los sospechosos tenían multitud de antecedentes por delitos similares y figuraban sobre ellos varias órdenes de detención tanto de autoridades judiciales como de grupos de investigación de otros cuerpos policiales.

Poco después se averiguó que estas personas estaban siendo buscadas como autores de robos con violencia y hurtos en diversas poblaciones de ocho provincias españolas.

Hasta el momento, puesto que la investigación continúa abierta, la Guardia Civil ha esclarecido delitos cometidos en Murcia (4), Badajoz (1), Córdoba (3), Málaga (1), Valencia (2), Barcelona (1), Lérida (1) y Gerona (1).

El modus operandi del grupo ahora desmantelado consistía en transitar con un vehículo por las poblaciones designadas con anterioridad, sin rumbo fijo, a la espera de detectar alguna posible víctima, la cual preferentemente tenía que ser de edad avanzada, encontrarse paseando sola en la vía pública y que pudiera portar joyas u otros objetos de valor, asegurándose así cometer el hecho con mayor impunidad. Una vez fijada la víctima, una de las ocupantes, siempre una mujer, se apeaba del vehículo y se acercaba hasta la víctima simulando conocerla, dándole un abrazo o un beso para lograr aproximarse lo máximo posible.

Entonces se valía de un cortaúñas -a modo de herramienta- para cortar la cadenas de oro que llevaban en el cuello, sustrayendo la joya con habilidad, sin que la víctima se diera cuenta de ello ni se alarmase al ser una herramienta que se puede ocultar con facilidad, huyendo rápidamente del lugar en el vehículo que permanecía en las inmediaciones en labores de apoyo.

En el caso de que la víctima desconfiara o directamente no permitiera que los autores la abrazasen, éstos no dudaban en recurrir a la violencia y le arrebataban por la fuerza las joyas que querían sustraer, ocasionando de este modo considerables lesiones a las víctimas. Los autores, al objeto de dificultar su identificación actuaban cambiando constantemente de provincia, por todo el país, logrando con ello evitar ser detenidos aunque las víctimas pudieran haberlos identificado.

Ingreso en prisión de los tres arrestados

Los detenidos -un hombre y dos mujeres, rumanos, con edades comprendidas entre los 21 y los 30 años, residentes en Barcelona y con un amplio historial delictivo-, los efectos intervenidos y las diligencias instruidas han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Murcia, que ha ordenado el ingreso en prisión de los tres arrestados.