Con el objetivo de conocer la marca que deja sobre el medio ambiente cada actividad que emite gases de efecto invernadero y de reducir las emisiones de dióxido de carbono un 40% en 2020, el ayuntamiento de Murcia medirá en todas las dependencias municipales la huella de carbono (un indicador ambiental que cuantifica el impacto de una actividad en función de las emisiones de CO2 que ocasiona). Así lo anunció ayer el concejal de Urbanismo, Medio Ambiente y Huerta, Antonio Navarro Corchón.

El estudio lo hará la Agencia Local de Energía y Cambio Climático (ALEM), que se encargará de controlar los consumos de electricidad y de combustibles fósiles de los edificios que son propiedad municipal o sobre las que ejerce control a través de su gestión.

Se trata de conocer las emisiones de CO2 que se producen en los inmuebles y servicios municipales como paso previo para poder reducirlas. Por eso, Navarro explicó que se pretende «concienciar a los murcianos sobre la importancia que tienen estas acciones, que se pueden implementar tanto a nivel colectivo, en empresas y centros de negocio, como desde el punto de vista individual y en el hogar».

Una vez calculada la huella de carbono, el objetivo es que «el Ayuntamiento pase a formar parte del reducido número de municipios, tan solo 24 en toda España, que están inscritos en el Registro Nacional de Huella de Carbono, gestionado por el ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente», aseguró Navarro, que considera prioritario mantener en niveles óptimos «la marca que se deja sobre el medio ambiente con cada actividad que emite gases de efecto invernadero».

También se estudiará la huella ecológica, un indicador ambiental más amplio que evalúa el impacto de cualquier acción del ser humano sobre la capacidad del planeta para renovar sus recursos naturales (agua, aire, tierra, etc.).

La meta es reducir las emisiones un 40% en 2020. Para ello, además del esfuerzo de la administración es indispensable la implicación de los ciudadanos. «Si queremos que los murcianos y las empresas se comprometan, es indudable que el Ayuntamiento debe dar ejemplo», afirmó Navarro, quien destacó la apuesta por las energías limpias, la movilidad sostenible, la peatonalización o las nuevas zonas verdes, «medidas que hemos puesto en marcha y ayudarán a hacer más asequible el objetivo».

Murcia ha realizado varios planes de lucha contra el cambio climático en los últimos años. «Desde 2008 se promueven acciones de reducción de emisiones de CO2 a nivel municipal, en el marco del Pacto de Alcaldes y de su Plan de Acción de Energía Sostenible», aseguran fuentes municipales, que recuerdan que recientemente, el Consistorio se ha adherido a la nueva iniciativa europea Pacto de Alcaldes por el Clima y la Energía, con el compromiso de trabajar para elaborar un Plan de Adaptación al Cambio Climático. Entre los planes desarrollados destacan el de impulso del uso de la bicicleta, de peatonalización o de zonas verdes.