Ocurría esta mañana en una calle del murciano barrio de San Antolín. Agentes de la Policía Local de Murcia que patrullaban por la zona se percataron de que había un grupo de gente mirando hacia arriba. Y lo hacían porque un niño se había quedado enganchado al tendedero de un balcón, indicó este Cuerpo mediante su cuenta oficial de Twitter.

En concreto, el menor, de 21 meses de edad, estaba en un primer piso. No corría peligro de caer, ya que el tendedero no era de hilos de los que dan a la calle, sino interior, de los de pie. La Policía tocó al timbre de la casa, pero nadie abrió la puerta. Se llegó a avisar a los Bomberos, que no actuaron al final.

Se dio la circunstancia de que el abuelo del menor pasaba por ahí. Este hombre llevaba llaves de la casa, y pudo acceder al piso. En la vivienda se encontraba el padre del niño, el cual se había quedado dormido, indicó un portavoz policial. El padre se mostró muy asustado y preocupado en todo momento por el estado del menor.

Según el relato de los hechos que maneja la Policía, el pequeño se encontraba durmiendo en una cama, se levantó, saltó a un cambiador que tenía cerca y de ahí a una ventana que daba al balcón. Y justo al lado estaba el tendedero, en el que quedó atrapado por las piernas. Los viandantes que desde la calle vieron al niño se alarmaron.

La historia tuvo final feliz. No se investiga ningún tipo de negligencia en el cuidado del pequeño. Los municipales se hicieron cargo del asunto y no llegó a entrar llamada al 112. El niño, según las primeras informaciones, se encuentra en buen estado y no fue preciso que recibiese asistencia sanitaria.