La Biblioteca Regional se convirtió ayer en un improvisado 'hospital de peluches' en el que los niños aprendieron algunos procedimientos básicos sobre primeros auxilios y cómo ayudar a salvar vidas.

Esta iniciativa, que pretende que los niños aprendan técnicas de primeros auxilios, se enmarca dentro del programa de actividades que se organizan en la biblioteca regional durante el mes de julio con el fin de que los más pequeños visiten de forma continua la biblioteca y ayudar a que, en un futuro, sean adultos interesados en la cultura, decía la directora de Bienes Culturales, María Comas.

Los niños acudieron entusiasmados a la biblioteca regional de la mano de sus padres y de su peluche favorito.

El personal sanitario que estuvo al mando de los niños les explicó algunas nociones básicas sobre cómo se puede salvar una vida. También les enseñaron el número de teléfono al que tienen que llamar en caso de emergencia (112) y qué hacer mientras no viene la ambulancia.

Los menores, que tenían entre 4 y 7 años, que acudían al taller aprendieron a actuar ante un desmayo y a cómo colocar a la persona desmayada en el caso de que no respire. Técnicas que ellos mismos pudieron poner en práctica con sus peluches y al ritmo de la canción de Bob Esponja.

Además, la médico les mostró las técnicas a realizar en caso de atragantamiento, así como a saber diferenciar entre qué es una urgencia y qué no.

Las encargadas de llevar a cabo el taller de primeros auxilios explicaron que los niños son como esponjas y que su principal labor es tratar de concienciar a los pequeños para que estén tranquilos en caso de accidente y que ellos mismos puedan actuar.

Los más pequeños tienen hoy, de nuevo una cita en la Biblioteca Regional, a las 11.00 horas, en un taller sobre 'Emociones positivas', y el 26 de julio, otro sobre 'Nuestras emociones negativas'.