El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha intervenido un total de 900 kilogramos de pescado capturado de forma ilegal, cuyo precio en el mercado hubiera alcanzado los 9.000 euros, en inspecciones realizadas en Calpe (Alicante), Alcantarilla (Murcia) y la capital alicantina.

En la primera inspección, llevada a cabo en el puerto pesquero de Calpe, se localizaron 55 cajas de pescado fresco de diferentes especies (pescadilla, pulpo y rape), que había sido partido en colas y cabezas, con un peso total de 300 kilogramos y cuyos ejemplares carecían de la talla y el peso mínimos reglamentarios para su captura y comercio, según un comunicado del instituto armado.

Posteriormente, en otras dos actuaciones paralelas efectuadas en la lonja de Alcantarilla y en el mercado de mayoristas de Alicante, se decomisaron 400 kilogramos de chirlas.

Según la Guardia Civil, las chirlas habían sido capturadas en Huelva, cuyo caladero se halla en la actualidad en paro biológico, por lo que está prohibido pescar allí.

Además de ser irregular por su procedencia, no cumplían la talla mínima reglamentaria.

Por otro lado, se han identificado otros 350 kilogramos que, aunque sí poseían la talla reglamentaria, no garantizaban la trazabilidad.

El pescado aprehendido en las inspecciones desarrolladas en Calpe, Alcantarilla y Alicante ha sido entregado a centros benéficos, excepto los moluscos, que han sido devueltos a la mar.

La normativa que regula este comercio, la Ley de ordenación del sector pesquero y su comercialización, establece sanciones para este tipo de infracciones que van desde los 600 hasta los 60.000 euros, recuerda el comunicado de la Guardia Civil.