Por primera vez en veinte años los grupos de la oposición no presentarán mociones en el Pleno del Ayuntamiento, que se celebrará el próximo jueves. Esta medida tan insólita la tomarán como protesta por el informe del secretario que les informaba de que los acuerdos adoptados no serán cumplidos si el resto de órganos competentes no lo consideran. Por ello, se limitarán a elevar una pregunta al alcalde, José Ballesta, en la que se cuestiona directamente si cree «que las mociones aprobadas en este Pleno se deben de cumplir, ya que son el reflejo de la pluralidad del mismo tras la manifestación de la voluntad de los ciudadanos en unas elecciones, o por el contrario piensa que dichas mociones aprobadas son meras proposiciones o declaraciones de intenciones».

En una rueda de prensa conjunta, los portavoces José Ignacio Gras (PSOE), Mario Gómez (Ciudadanos), Alicia Morales (Ahora Murcia) y Nacho Tornel (Cambiemos Murcia) firmaron en la mañana de ayer un documento y pidieron a Ballesta que respete la pluralidad democrática y cumpla los acuerdos. Y es que el informe del secretario del Pleno, Antonio Marín, provocó la indignación de los concejales de la oposición nada más conocerlo y no descartan recurrir a los tribunales, debido a que consideran que hay otra interpretación jurídica a la que hace el documento.

En su informe, al que ha tenido acceso esta Redacción, este alto funcionario indica que «los acuerdos que se tomen solo pueden tener el efecto jurídico de instar a que se actúe por el órgano competente y previa tramitación del procedimiento legal oportuno para llegar a adoptar el acto administrativo que sea procedente. Las proposiciones que examinamos, no pueden obviar las competencias de los órganos e instituciones correspondientes, ni el procedimiento administrativo establecido en cada caso».

La decisión de no presentar ninguna moción se realiza «como un ejercicio de responsabilidad, ya que la democracia queda coartada cuando se incumplen o se cuestionan los acuerdos, que son fruto del trabajo de los grupos municipales y de los vecinos que han promovido esas iniciativas», afirman los portavoces de los diferentes grupos.

Entre otras críticas, la oposición pone de manifiesto que los acuerdos plenarios «o no se cumplen o hay una gran lentitud en su aplicación, y la actividad municipal está paralizada», por lo que «esta situación es muy grave».

«¿Para qué sirve entonces el Pleno municipal?», se preguntaron los grupos, a la vez que declararon que «estamos hartos de las buenas palabras y supuestas buenas intenciones de Ballesta. O existe una voluntad clara para cumplirlos o consideramos que la democracia y la representatividad de los ciudadanos está viéndose cercenada».

A juicio de la oposición, tanto el alcalde como el Partido Popular «demuestran una actitud totalitaria intolerable, mientras quieren aparentar una falsa voluntad de acuerdo y consenso». Por esta razón, José Ignacio Gras indicó que había que dar un golpe en la mesa mientras que Mario Gómez cree que es grave no poder presentar mociones políticas ante una cuestión derivada de «una demagogia política». Alicia Morales se mostró indignada y afirmó que Ballesta lleva mucho tiempo «vendiendo humo». Por su parte, Nacho Tornel se plantea para qué sirve un pleno y aseguró que el alcalde ha dejado de cumplir sus obligaciones con la ciudadanía.