La coronación de la Virgen de la Soledad atrajo este domingo hasta la Plaza Belluga a los devotos, con motivo del 120 aniversario de la Cofradía del Santísimo Cristo del Perdón, que saca a la Soledad Lunes Santo.

A su llegada a la plaza, la Virgen fue subida al escenario entre los aplausos de los allí presentes, que esperaban desde primera hora, a pesar del calor y el sol, del que la gente se protegía con paraguas.

El obispo realizó una misa cantada de una hora y media, acompañada por la música de la coral Discantus y la orquesta sinfónica de la UCAM. Tras la celebración, la corona fue impuesta a la Virgen, cuyo manto había sido bendecido.

La Soledad pertenece a Mª Eugenia Albacete, su camarera, un cargo de familia: su abuela fue la primera, y la persona que encargó la Virgen después de que la anterior se quemara. Mª Eugenia deja la Soledad a la iglesia para el culto. En esta ocasión especial estrenaba ajuar, manto y, por supuesto, corona.

Fue en 2014 cuando la cofradía solicitó al obispo la coronación, «por el aniversario y por la devoción que se le tiene a la Soledad, que ya salía en procesión en 1660, e incluso en el año 1885 la sacaron en procesión para pedir por los brotes de cólera», explicó Diego Avilés, presidente de la cofradía.

«Hemos colaborado con la cofradía en sufragar algunos gastos para la coronación, y hemos seguido el procedimiento para facilitar los trámites y poner en valor su patrimonio, de interés cultural. Esta celebración une a los murcianos en torno a una de las procesiones más queridas de la ciudad», declaró Noelia Arroyo, consejera de Cultura.