La Universidad Católica de Murcia (UCAM) podrá llevar a cabo las obras de ampliación necesarias en la zona norte de su campus, en donde tiene previsto construir instalaciones educativas y deportivas, una vez que la consejería de Cultura ha levantado las medidas cautelares que había aplicado sobre este Plan Especial, y cuyas obras de urbanización concluyeron hace meses.

Así lo ha anunciado la propia universidad en un comunicado, en el que mantiene que "los propios técnicos que las habían establecido, como consecuencia del derribo de El Corralazo, las han considerado innecesarias tras estudiar las alegaciones". Según detalla la UCAM, el expediente de resolución comunica además una sanción económica, aunque la universidad asegura que la recurrirá, "al entender que es improcedente".

La concejalía de Urbanismo del ayuntamiento de Murcia ya puso una sanción por el derribo de estos restos, que estaban sobre unos terrenos que autorizó a rebajar en nueve metros.

De esta forma, la UCAM asegura que se desbloquea la presentación de las licencias que permitirán construir edificios acordes con el entorno, para albergar aularios o laboratorios, así como iniciar la creación de la prevista ciudad deportiva. Esta ampliación "evitará que haya estudiantes que tengan que estar en instalaciones precarias o provisionales, mejorando su atención y servicios".

Asimismo, añade la Católica, permitirá disponer de instalaciones deportivas propias para los alumnos, deportistas y equipos con los que la UCAM cuenta, formados por chicos y chicas de la Región, así como los de élite que, en muchos casos, competirán con España en los próximos Juegos Olímpicos, al tiempo que estas instalaciones acogerán los primeros Campeonatos del Mundo de Universidades Católicas, que organizará la UCAM, siendo una iniciativa de su presidente, José Luis Mendoza, para lo que cuenta con el respaldo del Vaticano, así como del Comité Olímpico Internacional y el Comité Olímpico Español, y la colaboración del Obispado.