­Desde enero no cobran sus nóminas. Los vigilantes de seguridad de las plazas de abastos, uno de los contratos que tiene externalizado el Ayuntamiento, no ven ni un duro prácticamente desde que la empresa a la que pertenecen se hizo cargo de este servicio. Un cúmulo de circunstancias ha llevado a la situación actual, que se ha visto agravada por el preconcurso de acreedores en el que se encuentra la firma de seguridad que se quedó con este trabajo.

El Ayuntamiento sacó a concurso el contrato de la seguridad y vigilancia de las plazas de abastos de la ciudad y de las pedanías el pasado año por un precio de 264.000 euros. Finalmente, se adjudicó en diciembre de 2015 y se formalizó en enero de este año con la empresa Magasegur por 125.000 euros (importe neto más el IVA), una cantidad que incurría en baja temeraria. Pese a esta circunstancia y a la advertencia de los Servicios Jurídicos Municipales de que incluso la citada firma perdía dinero con este contrato, la concejalía de Hacienda y Contratación se vio obligada a adjudicar el servicio a esta entidad, explicaron a esta Redacción fuentes municipales.

La adjudicación se resolvió a favor de Magasegur debido a varias circunstancias. En un primer momento, la concejalía de Hacienda y Contratación rechazó la oferta de Magasegur tras un informe técnico del servicio de Consumo que indicaba que la empresa excluida no había justificado suficientemente «los valores anormales o desproporcionados» de la oferta económica. Así, el contrato se adjudicó a Vigilant, que era la oferta que quedó en segunda posición.

Magasegur recurrió su exclusión por la vía administrativa ante el Ayuntamiento, pero no dio resultado. Así, acudió al Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales, un departamento del ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, que es la última oportunidad que tienen las empresas antes de presentar un contencioso administrativo en los tribunales.

El Tribunal Administrativo Central resolvió aceptar el recurso presentado por Magasegur contra su exclusión en una resolución emitida el 13 de noviembre pasado, que obligó al Ayuntamiento a aceptar la oferta de esta empresa pese a incurrir en baja temeraria según los servicios municipales de Consumo. En la resolución de este tribunal, dependiente del ministerio de Hacienda, se señala que el informe de exclusión municipal «se limitaba a señalar que la oferta de Magasegur no ha quedado convenientemente justificada sin reproducir ni resumir el informe técnico sobre el que se basa la exclusión y en el que se expliquen los motivos por los que no se había considerado justificada». Añadía que «en conclusión, el rechazo de la oferta de la recurrente se basa en un error de cálculo del informe técnico sobre el personal necesario». Mientras duró todo este proceso, el concurso se paralizó. Ahora, la concejalía de Contratación busca una solución.

El concejal de este departamento, Eduardo Martínez-Oliva, indicó a esta Redacción que la propuesta que se está estudiando es que Magasegur ceda el contrato a Vigilant.

Mientras, los trabajadores tienen la posibilidad de recurrir al Fogasa (Fondo de Garantía Salarial) si quieren cobrar los salarios adeudados por la empresa que los contrató, que ya tenía problemas económicos cuando se presentó al concurso del Ayuntamiento para las plazas de abastos, indicaron fuentes municipales. Esta Redacción no pudo recabar la versión de la empresa, ya que no existe portavoz autorizado al estar en concurso de acreedores.