La propuesta de honrar a Bienvenido Santos Borrego, el último alcalde de Murcia de la República, está en un cajón desde 2005, fecha en la que la corporación municipal aprobó por unanimidad, y a propuesta de la concejala socialista María Dolores Abellón, dar una calle a este hombre que estuvo preso tres años y que ejerció de primera autoridad municipal en los últimos años democráticos antes de la dictadura franquista.

Han pasado once años desde que se aprobara esta propuesta y aún el Ayuntamiento no ha encontrado calle, plaza o jardín para poner el nombre de este profesor, periodista y escritor que nació en un pueblo de Salamanca y que quedó «cautivado por Murcia», según los cronistas de la época, a la que vino «con la intención de marcharse a las primeras de cambio». Sin embargo, vivió aquí casi 15 años. Ayer en la comisión de calles celebrada en el Ayuntamiento, el concejal socialista Juan Vicente Larrosa sacó del cajón este acuerdo y lo hizo valer. El edil quería que el último alcalde republicano sustituyera en el callejero al militar franquista General Yagüe, en Vistabella, una idea que no fue aplaudida para no herir sensibilidades, tal y como puso sobre la mesa el cronista de la ciudad Pedro Soler. No obstante, la comisión sí fue sensible a la necesidad de cumplir ese acuerdo de pleno de 2005 y el Ayuntamiento buscará «un lugar digno» para homenajear al que fuera primera autoridad municipal, explicó a esta Redacción Larrosa, quien añadió que «no cejaré en mi empeño de que este hombre tenga su lugar. Además, aún vive su hija, en Alicante, y esta especie de homenaje se debe hacer ya».

Los archivos municipales consultados por los socialistas indican que Santos Borrego, nacido en Valdecarros en 1882, llegó a Murcia en 1927 y en sesión de consejo municipal de 26 de enero de 1937, en plena contienda de la Guerra Civil, fue elegido alcalde de la ciudad sustituyendo a Fernando Piñuela Romero. La última sesión plenaria tuvo lugar el 23 de marzo de 1939, manteniéndose de alcalde hasta el último momento, pese a que le ofrecieron la posibilidad de abandonar Murcia camino del exilio.

La comisión de calles municipal también acordó ayer poner en La Arboleja el carril Los Zaragozas; en Monteagudo dedicar una calle a Los Simones y en Guadalupe al catedrático Meseguer Ruiz. En Puente Tocinos se dará una plaza a la peña huertana La Crilla, un carril se llamará Los Ayalas y un jardín José Pardo Cano. El nombre de Abogados de Oficio se dará a un jardín que hay detrás de la Ciudad de la Justicia.