La remodelación de Ronda Norte es un trabajo complejo y no solo por la cantidad de coches que circulan a diario por una de las principales arterias de entrada al casco urbano. Lo es también por la cantidad de residentes que se verían afectados y por el elevado número de comercios que hay en Santa Maria de Gracia, uno de los barrios que desemboca en esa avenida.

La concejalía de Fomento, que dirige Roque Ortiz, presentó tres ideas a vecinos, comerciantes y asociaciones y no cuajaron. En las dos reuniones mantenidas con los distintos actores no se pudo consensuar ninguna de las tres propuestas. Por eso, el Ayuntamiento convocó un nuevo encuentro, en el que estuvieron presentes, entre otros, el Colegio de Arquitectos y el Colegio de Ingenieros de Caminos.

Con todas las opiniones recabadas, la Concejalía está en estos momentos haciendo un cuarto proyecto que recoja el sentir mayoritario de todo lo expresado en la puesta en común realizada, explicó a esta Redacción el edil Ortiz, quien añadió que la pretensión de los residentes y de los comerciantes es que Ronda Norte no sea una especie de autopista y se convierta en avenida, integrada en los barrios a los que da servicio.

Esta idea doméstica es compartida en parte por los colegios profesionales -indicó el concejal-, que considera que esa idea es buena, pero «hay que tener en cuenta también que esa carretera es una de las entradas a la ciudad». En ese sentido, avanzó que «habrá que reeducar a los murcianos para que no todo el mundo entre por esa vía y redistribuir los tráficos».

También anunció que la concejalía de Tráfico va a hacer un estudio sobre la intensidad de la circulación viaria con el fin de establecer el número exacto de coches que pasan por Ronda Norte en cada franja horaria y así establecer de forma más rigurosa las bases del rediseño de la remodelación de esa zona de la ciudad. Lo que sí han dejado claro los vecinos, residentes y comerciantes al Ayuntamiento son los puntos de partida en los que se deben basar los técnicos municipales para hacer el nuevo boceto.

Así, una de las premisas es que las aceras se ensanchen con respecto a la actualidad y que se soterren los contenedores de basura. Otra de las propuestas que son prioritarias, según explicó el concejal de Fomento, es que se mantengan las paradas del autobús y que se salve el mayor número posible de plazas de aparcamiento. También se ha puesto encima de la mesa la necesidad de un carril bici, que podría instalarse en el carril bus, tal y como está en la Gran Vía Salzillo. El Ayuntamiento quiere tener terminado este cuarto boceto antes del verano para sacarlo a concurso y aprovechar la época estival para iniciar los trabajos.

Consenso

La idea de remodelar Ronda Norte, una vía que une el este de la ciudad con la Plaza Circular y que es una de las principales entradas de la ciudad, no es nueva. Ya en el anterior mandato se propuso este mismo proyecto un par de veces, pero al final el Gobierno de entonces, capitaneado por Miguel Ángel Cámara, lo guardó en un cajón precisamente por la dificultad de llegar a acuerdos con residentes, vecinos y comerciantes sobre el diseño de la nueva avenida. En el anterior mandato se consignaron 175.000 euros para esta obra. Pese a ese par de intentos fallidos, el concejal de Fomento, Roque Ortiz, cree que podrá sacarlo adelante. «Me gustaría contar con una amplia participación y que al menos el 75% de la gente esté de acuerdo en lo que planteemos».

La obra permite renovar las redes de saneamiento y abastecimiento

Una de las cosas que tiene clara la concejalía de Fomento es que el proyecto que se realice en Ronda Norte tenga visión de futuro y que los nuevos pavimentos duren el máximo tiempo posible.

Éste es el motivo por el que planteará a la empresa municipal de agua (Emuasa) la renovación de redes de saneamiento y abastecimiento en esa zona de la ciudad.

El concejal de Fomento, Roque Ortiz, indicó a esta Redacción que «ésta es una de las condiciones que se han planteado en este proyecto de remodelación» y añadió: «No queremos que se haga una obra de esta envergadura y en un tiempo haya que quitar el pavimiento y el asfalto para cambiar tuberías de agua de la red de abastecimiento o de desagües».

Otra de las premisas que se han incluido en el punto de partida es el soterramiento de los contenedores de basura que hay en la zona, una medida que si se hiciera ya impediría que en un futuro tuviera que levantarse el pavimiento y las aceras de nuevo y que mejorará sustancialmente la imagen de esta entrada a la ciudad, que adquiriría un tinte más moderno.