¿Se han incrementado mucho los delitos en los que hay implicados menores en Murcia?

En marzo tuvimos 35 detenidos, entre mayores de edad y menores, en Murcia y pedanías. Lo que tenemos son muchísimos casos de acoso escolar. De esos 35, diez fueron de acoso. Son los mismos padres los que acuden a Comisaría o a Fiscalía. Aunque existe un protocolo en los centros. Si un padre denuncia que su hijo tiene problemas en el colegio, hay que activar este protocolo.

¿Hay algún perfil específico de la personas acosada?

El acoso suele hacérsele a personas muy retraídas, a personas que no suelen tener muchos amigos y van al centro a estudiar.

¿Qué ocurre cuando hablamos de menores de 14 años?

De los diez casos de acoso que tuvimos el mes pasado, en siete estaban implicados menores inimputables. Eran niños que tenían 11, 13 años... Y no podemos actuar de ninguna manera.

¿No puede el centro actuar de alguna manera en estos casos?

Aquí en Murcia hubo una vez una niña que se infló a pastillas porque los que la acosaban eran inimputables. Tenían 12 años. La niña sobrevivió. El centro hizo entonces su protocolo de actuación: los expulsan. Pero es que te expulsan del colegio, tus padres hacen un recurso y vuelves a clase. Eso es un problema.

Además del acoso, ¿cuáles suelen ser los otros delitos en los que intervienen menores?

Hay un aumento muy grande de abusos sexuales de adultos hacia menores. La mayoría, dentro del ámbito social del crío. También hay cada vez más delitos contra la propiedad.

Casos

  • Corrupción de menores. Estar internados en un centro tras haber cometido un delito no salva al menor del mundo de la delincuencia. Hace poco, informan fuentes policiales, «una cría metida en un centro denunció que una compañera la intentó introducir en la prostitución». La chica en cuestión no llegó a ser víctima: habló a tiempo y el caso se puso en manos de los investigadores.
  • Judicializar la vida entera. En el Grupo de Menores hay constancia de que algunas familias optan por «judicializar toda su vida». Por ejemplo, tras la separación de una pareja que tiene hijos en común. Empiezan las denuncias cruzadas, tipo «no me ha entregado el niño a tiempo». «Tenemos una familia que, entre el padre, la madre y la hija, contabilizan más de 70 denuncias», explica la Policía.
  • Detenido justo al cumplir los 14. En Alcantarilla se presentó el caso de un chico que «robó en farmacias, gasolineras y tiendas de chinos». En total, se le imputaban unas tres decenas de robos. El caso es que no se le podían imputar, porque tenía menos de 14 años de edad. El botín mínimo que conseguía en un asalto era de 600 euros. Lo que más, unos 1.800. Cuando el zagal cumplió 14 años, el mismo día de su cumpleaños, concretamente, lo detuvieron.
  • La noche en el calabozo. La Policía Nacional no puede arrestar a un menor de edad sin avisar de ello a la Fiscalía, con la que mantiene una relación excelente. Los responsables de esta unidad subrayan que, en ocasiones, pasar una sola noche en el calabozo actúa a modo de correctivo más que infalible. Cuentan el caso de menores que, tras pernoctar en dependencias policiales, no vuelven a delinquir. Una mala noche, presumiblemente sin pegar ojo, sirve para el resto de la vida, o eso se espera.
  • Auto-pornografía involuntaria. Puede resultar extraño, pero los menores, armados sólo con un teléfono que haga fotos, pueden llegar a cometer, sin saberlo, un delito grabándose a sí mismos. Grabándose o fotografiándose en una postura sexy, por propia voluntad, si luego esa foto la suben al Twitter. Desde el Grupo de Menores detallan por qué: «Si tú te haces una foto desnuda a ti misma, teniendo 13 ó 14 años, y esa misma fotografía la difundes en Internet, estás cometiendo un delito con tu propia foto». Eres menor de edad. Has generado, sin saberlo, pornografía infantil. Y puede que respondas a ello.