­­

­Poca gente conoce las tradiciones de Murcia como él. Emilo Soler Poveda, más conocido como ‘El Corcho’, fue el encargado de recitar el Bando Panocho de las Fiestas de Primera y tiene el honor de ser el perráneo oficial de Murcia. Con semejante currículum y tamaña labor -la de velar por el buen desarrollo de los festejos y del folclore de la ciudad-, además de afición-es panochista de pro-, no es de extrañar su preocupación y defensa a ultranza del paparajote. Y, claro está, la noticia de su inclusión en la RAE no le ha resultado indiferente.

¿Cuál es el origen de un postre tan murciano como el paparajote?

Como hemos sido puerto de entrada de un montón de culturas a lo largo de la historia, la tradición murciana acumula muchas influencias. Así, la receta del paparajote la acuñaron los árabes, quienes utilizaron la hoja del limonero para darle sabor a la masa dulce que la recubre.

¿Y de dónde viene la palabra que le da nombre?

Según estudios que ha hecho Juan José Navarro, vicepresidente de L'Ajuntaera pa la plática, l'esturrie y el'escarculle la llengua murciana, parece ser que el término ‘paparajote’ proviene de la voz catalana ‘paparote’.

Pero indudablemente forma parte del dialecto panocho, ¿no?

Por supuesto, es del panocho. Lo que pasa es que todas las palabras tienen sus orígenes (latinos, griegos...). Pero la palabra está instaurada en el lexico murciano y panocho -aunque sea una derivación de otras voces- como algo propio y que hoy día es una seña de identidad de la murcianía y de nuestras tradiciones.

¿Qué le parece que la RAE vaya a introducir ‘paparajote’ en su diccionario?

Maravilloso, porque es una palabra que nos identifica a los murcianos. Ademas, solo se utiliza para denominar un postre tipico de aquí; y, lógicamente, esto tenía que caer por su propio peso. Me parece perfecto, es algo que viene de ley.

¿Cree que hay alguna otra palabra del panocho que se debería incluir?

Como panochista, hay muchas palabras que metería, pero entiendo que a lo mejor no tienen la fuerza suficiente. Pero hay una que a mí me gusta mucho: ‘regomello’, que es muy parecido a la morriña gallega, un sentir que no se puede definir exactamente como tristeza. Algunas palabras murcianas le dan amplitud y enriquecen un concepto.