La Audiencia Provincial de Murcia ha confirmado la sentencia de un Juzgado de Instrucción que condenó a tres empleados de una empresa de cobro de morosos al pago de una multa de 120 euros por coaccionar al dueño de un bar ubicado en la avenida de Europa de esta ciudad. El Juzgado declaró probado que en una primera ocasión, dos de los acusados se presentaron en el establecimiento y exigieron al denunciante el pago de una supuesta deuda con la empresa que les había encargado su cobro. A partir de entonces se produjeron otras actuaciones intimidatorias sobre el mismo dueño y sobre una de sus hijas, aunque la autoría de las mismas no quedó probado.