¿Qué se siente en este papel?

Mil miedo y mil ilusiones. Yo soy una persona a la que le gusta festejar a los demás. Jamás se me había pasado ser el protagonista, y llevo 28 años ayudando.

Este año toca...

Y es gracias a la directora del Hotel Siete Coronas, en el que trabajo. Me han cambiado las vacaciones para que pueda ser Rey Cristiano. Si la directora no me dice que sí, no lo habría podido hacer.

¿Qué se le ocurre para que la fiesta de Moros y Cristianos llegue a estar más arraigada en Murcia?

Yo no soy murciano. Nací en Madrid, me crié en Segovia y desciendo de Valladolid. Estamos hablando de Historia, no de una tradición. Pero en Murcia no sé lo que pasa. Creo que debería el Ayuntamiento, la Federación o incluso la prensa potenciar más esta fiesta. Que a los que salimos nos cuesta el dinero.

¿Autocrítica?

No. Eso tendría que ser a nivel de Federación. El problema es el público, que le cuesta trabajo. Son importantes los aplausos cuando vas desfilando y que haya gente que te vaya a ver