El joyero y gemólogo Guillermo Sánchez ha creado el primer paparajote de oro, recubierto en oro puro de 24 de kilates. Se trata de una hoja de limonero, emblema de la huerta murciana, que su autor propone como joya para lucir en pendientes, colgantes, pulseras o insignias.

El paparajote es uno de los platos más característicos de la gastronomía murciana, que consiste en una hoja de limonero rebozada en una masa dulce con un toque de limón y recubierto de azúcar, que por primera vez traspasa las fronteras de la cocina para formar parte de la joyería creativa.

A juicio de Guillermo Sánchez, «se trata de combinar naturaleza, arte y tradición, utilizando técnicas propias de la joyería moderna». «Llevar esta joya implica sentirse orgulloso de una tierra que no olvida sus raíces y que representa nuestro espíritu de innovación», explicó.

Así que los murcianos podrán presumir de un pedacito de su tierra durante todo el año, «además de ser un regalo ideal para fechas tan señaladas como San Valentín -ayer- o las Fiestas de Primavera», señaló Sánchez. Así las cosas, «los murcianos de todo el mundo podrán ponerse en sus solapas o lucir en sus cuellos un icono sinónimo de tradición, de huerta con mayúsculas, de la gastronomía de toda la vida y, ahora, también de elegancia y buen gusto».

El paparajote de oro es el resultado de un trabajo de más de dos años en los que el objetivo ha sido «ir más allá de imitar la naturaleza, emplearla y convertirla en una joya única y que homenajea nuestras tradiciones más arraigadas», afirmó.

Bajo un estilo naturista, Guillermo Sánchez emplea hojas naturales de laurel, tilo, geranio o marihuana, frutos como la bellota y la piña o, incluso, cortezas de árboles, entre los que destaca la encina, el limonero y el alcornoque. A sus 40 años, es especialista en diamantes, y miembro de la segunda generación de una familia de joyeros de origen granadino pero afincado en Murcia. Además, ha trabajado para firmas de alta joyería como Cartier, Bulgari, Damiani y Chopard.