Un hombre de 69 años, afectado por una discapacidad que le obligaba a ir en silla de ruedas, falleció la madrugada del domingo en el incendio que se produjo en su vivienda de Murcia, situada en la calle Marqués de Ordoño, en el barrio de El Carmen. Su mujer, que según la Policía Nacional sufre un problema visual, salió ilesa del suceso al refugiarse en la vivienda de una vecina.

Las pocas personas que pasaban ayer al mediodía por la estrecha calle donde vivía el fallecido lo hacían con el cuello erguido. Miraban hacia la vivienda, en la cuarta planta del edificio número 3 de la calle, que la madrugada del sábado fue devorada por un fuego del que todavía se desconoce el origen. Muchos de los viandantes conocían, aunque fuese «de vista», al hombre, que se encontraba inválido y con oxígeno y que perdió la vida al quedar atrapado en la vivienda cuando se iniciaron las llamas.

Los bomberos fueron alertados del fuego a las 3.58 horas de la mañana. Al lugar se dirigieron tres vehículos con catorce efectivos, que realizaron trabajos de extinción desde fuera de la vivienda con la ayuda de la escala y desde dentro del propio edificio. Al lugar del suceso también fueron inmediatamente efectivos de Policía Nacional, Policía Local, así como una Unidad Móvil de Emergencias. La Policía Nacional informó de que, con toda probabilidad, durante el día de hoy se acceda de nuevo al inmueble para realizar un peritaje que desvele el origen de las llamas.

Cuando se pudo acceder al lugar donde se encontraba el anciano atrapado, tras trabajar en las tareas de extinción y asegurar la zona, la víctima ya había fallecido, señalaron las mismas fuentes, que indicaron que el personal sanitario atendió en el lugar a la mujer, que estaba ilesa y no necesitó ser trasladada a un centro hospitalario.

«Iba a pasar algún día»

El debate generado entre los vecinos tras el suceso arrojaba ciertas pistas sobre la vida del matrimonio: «Vivían solos y los dos eran discapacitados. Yo siempre he pensado que algún día iban a tener un accidente, y mira, ahora él está muerto», comentaba una mujer con un propietario del mismo edificio, que se había acercado tras conocer el suceso para observar si su casa se había visto afectada.

Impresionada, una joven señalaba uno de los balcones ennegrecidos, donde todavía colgaba alguna prenda que «ella tendía».

Muchos otros narraron la complicada escena que se vivió en la madrugada del domingo en la estrecha calle cuando se generaron las llamas.

«Aquí siempre pasan cosas: hay peleas, gritos, ambulancias y policías todas las noches», indicó otro vecino: «Yo escuché muchos ruidos, pero no salí a la ventana ni nada porque aquí ya estamos acostumbrados, por eso me he enterado de todo esta mañana». Su testimonio fue compartido por otras personas que pasaron por la calle ayer.