Mañana, La Puebla de Santarén (Soto) celebrará, como hace 295 años (Libro de Fábrica de 1695-1789, archivo parroquial), La Candelaria, y los tibios rayos de sol harán resplandecer aún más el bello rostro de nuestra patrona, la Virgen de las Mercedes, de aire napolitano y de esencias barrocas, según su restaurador, el gran González Moreno. El ´bautizo güertano´ del Niño Jesús (presentación de Jesús en el templo) impregnará el paisaje de limoneros y las borias invernales con las ´tortadas murcianas´, que adornan la carroza dorada, entre capullos de rosas y las dos tórtolas evangélicas. Según el Libro de la cofradía de Stmo. Sacramento, anterior a 1766, se establece como la gran fiesta de homenaje a la Madre de Dios, la fiesta y ceremonia de La Purificación de Nª Sra. de Las Mercedes, «que saldrá Misa como desde antiguo ha realizado esta cofradía, para presentar al Niño Jesús en el Templo», como relata el evangelio de San Lucas, sobre las doce y cuarto del mediodía. Esta cofradía era muy tradicional, pues era cerrada y solo podía estar formada por «33 varones primogénitos (la edad de Cristo)», y nunca podrían ser miembros de ella «ni descendientes de moros judíos, ni penitenciados del Santo Oficio o condenados por algún señor juez».

¿Por qué la patrona es adornada con tartas murcianas, además de exquisitas flores? Porque en el siglo XVIII esta cofradía pueblana (1640) y para la jerarquía eclesiástica, la presentación del Niño Jesús en el Templo de Jerusalén se ´teatralizaba´ de ´facto´; una especie de bautizo del pequeño Mesías a los 40 días de su nacimiento. Se mezclan ceremonial católico, con decretos judíos, como la ´Cuarentena´ en que la mujer hebrea, libre de la impureza, que conllevaba, el embarazo y el parto, y repuesta de sus problemas físicos posparto, presentaba en la sociedad judaica de Jerusalén a su primogénito y, como prueba de ´limpieza por su impureza´, debía entregar una ofrenda que era un cordero, en el caso de los más ricos, y un par de tórtolas o dos pichones, para ofrecerlos a Dios.

La Sagrada Familia de Nazaret, de origen humilde, aunque descendientes del rey David, ofreció esto último, que la Virgen de Las Mercedes lleva en sus pies en el centro de su dorado trono. La Virgen, vestida diferente al del hábito mercedario, y excelentemente adornada por su joven camarera Lucía Hernández Montoya, luce mantilla de hermosos bordados, candela de lujo valenciana y el Niño Jesús (de Roque López, en 1797) y con un ´hato de cristianar´, de algún recién nacido, en este antiguo señorío de casi seis siglos. Las ´tortadas´ de adorno de merengue -manjar-, ya no se hacen en las casas, sino que se encargan en las confiterías. Pero esencialmente se hacía con un bizcocho y en la mitad de la torta, cabello de ángel, y por fin era recubierto de merengue con guindas y, a veces, una parte requemada de azúcar fina. Este año 2016, de nuestro solemne e histórico 575 aniversario de la fundación de Puebla de Murcia, la celebración será si cabe más ferviente y alegre, pues nuestra antigua titular, Santa María de Mercedes y Misericordia (BIC desde 1993), se halla desde el 13 de diciembre presidiendo el Año Jubilar de la Misericordia, en el Altar Mayor de la Catedral de Murcia, junto a las históricas reliquias de San Fulgencio, Santa Florentina y San Calixto Papa. Que sabemos, tanto admira nuestro obispo Lorca Planes como todo su equipo diocesano.

Se realizará el tradicional sorteo de la monumental tortada, que alegrará a la familia afortunada por degustar la Gran Tortada 2016. Pondrá fin a los actos la Real Hermandad de Caballeros Legionarios de Murcia, que hará un gran homenaje a la bandera de España, bendecida por D. Salvador Hernández Ramón, párroco de La Puebla, y que será izada tras el legendario himno Los novios de la muerte, dando fin al acto solemne de homenaje a la enseña constitucional y al Santísimo Cristo de La Salud.