La Guardia Civil de la Región de Murcia, en el marco de la operación Moreno, ha desarticulado una peligrosa organización criminal, integrada por cinco personas y dedicada al tráfico de distintos tipos de drogas desde dos inmuebles ubicados en las pedanías murcianas de Puente Tocinos y Beniaján.

La Benemérita ha efectuado sendos registros en los inmuebles utilizados por el grupo delictivo, donde se ha incautado de un centenar de dosis de cocaína, más de 100 gramos de hachís, 2,6 kilos de marihuana, útiles para su manipulación, así como armas de fuego y munición, armas blancas, una motocicleta, aparatos electrónicos y efectivo.

Según un comunicado de la Benemérita, agentes especializados en prevención de seguridad ciudadana iniciaron la investigación el pasado septiembre, cuando detectaron la posible vinculación con el tráfico de drogas de un grupo de personas asentadas en Murcia.

Las primeras pesquisas permitieron a los guardias civiles constatar que los sospechosos distribuían al menudeo gran cantidad de distintos tipos de droga, como cocaína, marihuana y hachís.

Además se pudieron ubicar dos inmuebles en Beniaján y Puente Tocinos, utilizados por la organización para desarrollar su actividad delictiva, el primero para manipular la droga y desde donde se realizaba la distribución, y el segundo utilizado a modo de almacén.

Los dispositivos de vigilancia efectuados permitieron verificar el tráfico de drogas a través de uno de los domicilios y también se constató la distribución a domicilio con una motocicleta, tanto a otros distribuidores como a grandes consumidores.

En uno de estos dispositivos, la Benemérita detectó que los investigados hacían alarde de la posesión de distintas armas de fuego, lo que motivó que se extremaran las medidas de seguridad, tanto en los seguimientos efectuados sobre los sospechosos como durante la fase de explotación.

Además tenían varios perros de razas catalogadas como peligrosas para defender el perímetro de la finca. Tras obtener todos los indicios necesarios, la Guardia Civil desarrolló la fase de explotación de la operación el pasado viernes, 22 de enero, integrada por una treintena de agentes.

Con elevadas medidas de seguridad se efectuó la entrada y el registro de las viviendas investigadas de las que intentaron huir los sospechosos, pero el dispositivo frustró estas intenciones.

Durante los registros de las viviendas, los investigadores hallaron un laboratorio artesanal -compuesto por cuatro balanzas de precisión, varios recipientes, envoltorios y diversos útiles de corte-, empleado para manipular la droga y elaborar las dosis, así como un centenar de dosis de cocaína, 2,6 kilos de marihuana y más de 100 gramos de hachís.

Los agentes también se incautaron de un arma de fuego y munición -una escopeta de caza sustraída y con los cañones recortados-, varias armas de aire comprimido -un subfusil, una escopeta y una pistola-, armas blancas de grandes dimensiones -una catana, dos machetes, varias navajas y una lanza-, una pistola de descarga eléctrica, ordenadores portátiles, teléfonos móviles, una tableta, 3.500 euros en efectivo y una motocicleta.

La Guardia Civil ha abierto una investigación paralela a la inicial con el objetivo de esclarecer el hallazgo del arma de fuego -escopeta de caza con cañones recortados-, que figura como sustraída en un domicilio de Granada y sobre la que se está realizando un minucioso estudio para determinar si se ha utilizado para algún tipo de actividad delictiva.

Los detenidos -tres hombres y dos mujeres, españoles y colombianos, vecinos de Murcia y con edades comprendidas entre los 21 y los 23 años-, junto con los efectos incautados y las diligencias instruidas, han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Murcia, que ha ordenado el ingreso en prisión del líder de la trama.

La operación continúa abierta, por lo que no se descarta la implicación de los arrestados en otros hechos delictivos, así como nuevas detenciones.