El Partido Popular murciano propondrá el próximo jueves al Pleno de la Corporación que el Ayuntamiento promueva un reconocimiento del Consejo de Hombres Buenos, por su «trascendencia social y jurídica» como «garante de los usos y costumbres de la red de regadíos de la huerta de Murcia», según citaron fuentes del PP en un comunicado de prensa.

El concejal de Urbanismo, Medio Ambiente y Huerta, Antonio Navarro, es el promotor de esta medida, que también contempla otros dos acuerdos: la colocación de una placa conmemorativa en la plaza de Santa Catalina, en el lugar donde se reunían originariamente; y, por otro, Navarro plantea que el Ayuntamiento apoye todas las iniciativas de carácter científico que se lleven a cabo para fomentar y potenciar el conocimiento social y jurídico del Consejo de Hombres Buenos. En este caso, el edil citó el acuerdo entre el Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia (TSJRM) y profesores de la Universidad de Murcia (UMU) para ponderar esta institución como tribunal consuetudinario e integrante del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.

Navarro recuerda en su moción que el Consejo está reconocido como tribunal consuetudinario y tradicional, lo que hace que sus sentencias sean firmes e inapelables ante la justicia ordinaria.

La justicia de los regantes

Y es que el Consejo de Hombres Buenos es el tribunal encargado de impartir justicia en el seno de las comunidades de regantes tradicionales de la huerta de Murcia Con más de diez siglos de antigüedad, el Consejo contempla unas normas basadas en la costumbre que asumen y transmiten de generación en generación. Su supervivencia durante siglos y su integración en el sistema judicial español con iguales garantías y valor jurídico que cualquier corte civil se explica «por su contribución eficaz al mantenimiento de los extensos y complejos sistemas de regadío de la huerta de Murcia construidos en época andalusí (siglos IX-XIII)», como recuerdan las mismas fuentes.

Así, «estos motivos le han permitido atesorar una serie de valores sociales y jurídicos que han sido reconocidos por distintas instituciones a todos los niveles», entre ellos, su declaración como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la UNESCO en 2009. El dictamen se fundamentaba por ser «testimonio único de una tradición cultural viva: la de la justicia y el gobierno democrático y autogestionario de las aguas por parte de los campesinos andalusíes en el ámbito de las huertas que rodeaban las grandes ciudades de la fachada mediterránea de la Península Ibérica».

A lo largo de su dilatada historia, el Consejo ha adaptado su organización jurídica y funcionamiento, que actualmente se vertebra en 13 artículos incluidos en las ordenanzas y costumbres de la Huerta de Murcia, que sirvieron para poner en orden el complejo marco legislativo existente sobre la huerta y otorgar carácter legal al tradicional Consejo de Hombres Buenos.