La consejería de Sanidad da por cerrada la investigación iniciada a partir de la denuncia que un grupo de 26 médicos internos residentes (MIR) del hospital Reina Sofía realizó a principios de mes, en la que se quejaban de que asumían funciones de formación con alumnos de la universidad católica UCAM que en su opinión excedían sus competencias, como realizar labores de tutoría, y en la cual advertían de que se iban a negar a seguir haciéndolo. Los médicos en prácticas remitieron una carta a la dirección del hospital con la queja y la Consejería finalmente ha concluido que «no hay pruebas de que esta irregularidad se haya cometido», según fuentes de Sanidad. «El coordinador de Docencia del hospital ha comprobado que todos los alumnos estaban a cargo de un médico tutor», y no de un MIR, añadieron las mismas fuentes. Desde la Consejería ya manifestaron al iniciar la investigación que estaban seguros de que no se estaba produciendo ninguna irregularidad. Asimismo, criticaron que la queja de los médicos internos residentes fuera solo contra alumnos de la universidad privada.