El tramo final de la Costera Norte, que unirá la pedanía de La Ñora con Alcantarilla, tiene un escollo importante para su ejecución futura. Se trata de la Rueda de La Ñora y de su acueducto, un monumento que tiene la declaración de BIC (Bien de Interés Cultural) y que está protegido no solo este elemento arquitectónico sino también su entorno.

La protección tanto del monumento como de su entorno viene avalado por la Ley de Patrimonio Estatal y también por la Ley de Patrimonio Regional, que impide que se haga ninguna edificación o construcción que pudiera afectarle. Así, de momento, la Costera Norte, cuya segundo tramo fue inaugurado hace unas semanas, se ha quedado en las cercanías de la Rueda de la Ñora, donde se ha construido una rotonda en la que los vehículos pueden cambiar de dirección y seguir por esa carretera en dirección Murcia.

Los planos del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) reflejan el trazado de la Costera Norte en ese tramo final, cuyo proyecto aún no se ha elaborado por parte del Ayuntamiento (es Urbamusa la que diseña los trazados de las distintas fases), sin tener en cuenta que existe este monumento, una de las señas de identidad de la huerta de Murcia. Este detalle ha sido puesto encima de la mesa por el grupo municipal Ahora Murcia, que quiere que se cambie esa previsión para poder salvaguardar este vestigio.

La concejalía de Fomento, responsable de las carreteras del municipio, está ya en contacto con la Comunidad Autónoma para empezar a diseñar esa tercera fase y plantear el presupuesto necesario para llevarla a cabo. El edil responsable de este departamento, Roque Ortiz, explicó ayer a esta Redacción que el Ayuntamiento es consciente de la importancia de ese monumento y que «habrá que ver cómo se hace la prolongación de la costera conforme a lo que dictamine la dirección general de Bienes Culturales». En ese sentido, puntualizó que «lo lógico es que se planteen varias alternativas y Cultura nos diga cuál es la más adecuada».

El acueducto que acompaña a la noria tiene una longitud de unos 220 metros y sus orígenes se remontan al siglo XV. Se distinguen dos partes en él, una primera, la más cercana a la rueda, que sería la más antigua y una segunda que formaría parte del crecimiento de la huerta.