Agentes de la Policía Nacional de Murcia detuvieron a finales de la semana pasada al presunto autor del apuñalamiento del perro Zarpas en el interior de la jaula donde dormía en el centro de adistramiento de Murcia Dog, del que había sido socio. Los agentes apuntan a una venganza como la posible causa de la agresión al animal, junto al robo y abandono de otro perro, Kazán, y al robo con fuerza en las oficinas de las instalaciones del centro.

Los hechos ocurrieron hace un par de meses, y el presunto agresor, que pasó a disposición judicial y ahora está en libertad, según fuentes policiales, se enfrenta a penas que oscilan entre los tres meses y un día y un año de prisión por la agresión; pena a la que tendrá que sumar el castigo por el abandono del otro can y por el robo.

El dueño de los animales, José Joaquín Casaú, manifestó sentirse por un lado "decepcionado" al haberse confirmado, "en principio", sus sospechas, y por otro "satisfecho" por el el desenlace del caso y por el trabajo realizado por los agentes. Casaú se personará como acusación particular en el juicio.

El perro se recupera de las heridas que sufrió.