Es mediodía y el hambre aprieta. Desde la puerta de la peña ya se puede percibir el olor a caldo de pollo, gallina y apio. El XXVIII Encuentro de Cuadrillas de La Hijuela -primer domingo después de Reyes- se siente cerca cuando apenas quedan unas horas para que la Calle Mayor de la pedanía sea tomada por vecinos, visitantes y, sobre todo, los pucheros.

Es sábado y decenas de vecinos llevan ya varias horas haciendo la masa -a base de carne de pavo, de cerdo, longaniza, morcón, sal, piñones, ajos, perejil, azafrán, pimiento molido, limón y pan rallado, todos productos de origen patiñero- con la que dan forma a las pelotas. La producción de este año estará entre 150 y 180 mil albóndigas, cifra muy superior a la de la última edición; y es que «cada año va a más», reconoce Sonia Cervetto, una de las más de 100 vecinas que colaboran «por amor al arte» para mantener una tradición que convierte hoy a Patiño en la capital del foclore murciano.

Pero la recompensa requiere de un pequeño esfuerzo: desde las nueve de la mañana y hasta las diez de la noche con las manos en la masa, la atención en los fogones y la mente puesta en el reloj a la espera de que de comienzo el festín. Y solo es «pequeño» porque, como dice Ángel Escusa, «no falta el vino, la comida y la buena armonía» entre los que ayer prepararon el banquete para las miles de personas que desde las dos y media de hoy -o cuando dicte el chupinazo- gozarán de la solidaridad de Patiño con una buen plato de caldo con pelotas en el buche.

Aunque lo que más llena en esta larga jornada de trabajo es la tradición. «Es un trabajo manual que se hace por cariño al pueblo, a la peña -que es la que organiza el Encuentro- y a los amigos», asegura Ángel; «la recompensa es ver que a la gente le gusta», apostilla Sonia, quien no duda en defender las pelotas de su pueblo: «La gente repite, porque salen buenísimas. Las pelotas de Patiño no tienen nada que ver con ninguna pelota de ningún sitio». Desde luego, experiencia no les falta: en su caso, lleva cuatro años participando de este día, mientras que Ángel cumple 13 colaborando con sus vecinas.

Tras dos días de intenso trabajo -ayer hubo que cocinar, pero el viernes tocó repartir la carne entre los grupos y limpiar y cortar las piezas- hoy estarán en las mesas de la Calle Mayor repartiendo las raciones que, si bien comenzaron como avituallamiento para los troveros y curiosos, hoy protagonizan la jornada entre vino, canciones y folclore tradicional.

No faltará a la cita el incombustible Joaquín Cervetto, trovero y presentador del Encuentro desde su primera edición -en 1989-, que también quiso visitar la sede de La Hijuela en esta jornada de caldero y anécdotas y tuvo el gusto de obsequiar a este periódico con unos versos de su cosecha:

Diré con cariño y maña,

y también con decisión

ya que a Murcia a nadie extraña

que el diario LA OPINIÓN

lo mejor que tiene España