Querían contar su historia. Era un grito desesperado y el último cartucho que les quedaba antes de tener que abandonar la casa en la que vivían con sus dos hijos de ocho años y nueve meses de edad en Puente Tocinos. Por eso, María del Mar y Agustín, un joven matrimonio (23 y 25 años) en paro desde hace cinco años y sin ningún tipo de ayuda económica, decidió acudir a la prensa para contar la trágica situación por la que atravesaba: si no pagaban los tres meses de alquiler que debían, el 1 de enero deberían abandonar su hogar. «Comprendemos perfectamente al dueño de la casa, es algo normal, pero no tenemos cómo pagarle», aseguraba la pasada semana a LA OPINIÓN María del Mar, quien logra que su familia subsista gracias a la ayuda de Cáritas, «que nos da comida y pañales para el crío». La situación era desesperada y, según explicaba esta joven madre, se encontraba «mal», y por ello decidió contar su historia, para lograr que «alguien nos ayude».

Sus deseos se han cumplido y un vecino de Churra, del que lo único que se sabe es que se llama Juan, supo de la vida de María del Mar y Agustín por la prensa. «Nada más enterarse acudió al párroco de Puente Tocinos preguntando por nosotros», asegura María del Mar, quien con una desbordante alegría asegura que este vecino anónimo les ha pagado los tres meses de alquiler que debían, además de abonar por adelantado otros dos meses más. El matrimonio debe pagar 250 euros al mes por el alquiler de la casa en la que, gracias a esta persona solidaria, podrán seguir viviendo.

«Estamos muy agradecidos y no nos podíamos imaginar que al salir en el periódico la ayuda llegara tan rápida», mantiene María del Mar, quien también explica que una asociación «nos ha traído comida y productos de higiene, así como pañales para mi hijo».

«No me lo creía, solo tenía ganas de llorar», afirma esta joven madre quien ve en Juan, el vecino de Churra, a «mi rey mago». «Ya no quedan muchas personas como él», añade. El matrimonio pudo conocer a Juan en persona y «siempre le estaremos agradecidos». Pero la ayuda no cesa: ayer, Cáritas les pagó dos recibos de luz que la pareja adeudaba. Ahora solo confían en que pronto Agustín pueda encontrar un trabajo para poder seguir adelante.