­Los peatones no se libran de las multas. No es muy habitual que sean el objetivo de la Policía Local de Murcia, pero en 2014 y en lo que llevamos de 2015 han sumado un buen puñado de sanciones. En total, acumulan 2.817 infracciones, de las que 1.606 corresponden al ejercicio pasado y el resto -1.211- son de 2015, según consta en la estadística elaborada por el Ayuntamiento sobre la actuación de los agentes.

Las infracciones que han motiva esas casi 3.000 sanciones han sido invadir la calzada habiendo zonas peatonales para transitar o aceras y saltarse un semáforo en rojo o cruzar la vía pública sin utilizar un paso de cebra, es decir, atravesando la calle. La multa que se les impone a los ciudadanos que realizan esas conductas invícas están reguladas en el Reglamento General de Circulación, que rige en toda España.

En base a ese Reglamento, los peatones que invanden la calzada se enfrentan a una sanción de 80 euros, que se convierten en 40 euros por pago en voluntaria, ya que tienen una rebaja del 50%. Sin embargo, la cuantía se dispara si el peatón no respeta la luz roja del paso de cebra. En este caso, la multa es de 200 euros, la misma candidad que debe abonar un conductor que rebase el semáforo en rojo, pero no conlleva la retirada de puntos del carné puesto que no todos los peatones poseen carné de conducir. En la práctica, este tipo de multas son menos habituales, indicaron a esta Redacción fuentes de la Policía Local de Murcia, que añadieron que «normalmente hacemos una labor pedagógica con los peatones y no solemos aleccionarlos a base de multas». Reconocen que sí echan mano del talonario de denuncias cuando la persona en cuestión reacciona de forma violenta al llamarle la atención o con su conducta ha puesto en peligro a otros ciudadanos o conductores. «Se trata de casos graves», puntualizaron.

A los peatones que son multados, se les entrega en el momento el boletín de denuncia y se les pide el carné de identidad. Las fuentes policiales consultadas explicaron que de esas casi 3.000 sanciones impuestas por los agentes, un porcentaje importante, que cifraron en un 80%, corresponden a aparcacoches ilegales o gorrillas, que invaden la calzada para el ejercicio de su labor. «Tenemos la obligación de denunciarlos por invadir la calzada, ya que no existe una ordenanza clara sobre esta actividad. Además, a la tercera sanción que se les pone, ya pueden ser denunciados en los tribunales por desobediencia», aclararon.

Las sanciones que impone la Policía Local por infracciones al Reglamento General de Circulación supone importantes ingresos para las arcas municipales. El Presupuesto Municipal para 2016 contempla 15,5 millones en multas de todo tipo, lo que supone un aumento de casi medio millón de euros con respecto a 2015.

Según consta en el borrador de los Presupuestos Municipales la mayor cuantía para 2016 se recoge en el apartado de multas de tráfico. Concretamente, especifica que las arcas locales pueden llegar a los 7,5 millones -la mitad del total presupuestado- por las infracciones que cometan los conductores y peatones.