Ahora Murcia ha presentado un recurso de oficio para que se revisen y anulen las actuaciones urbanísticas de la estación del Carmen, ya que supusieron un aumento de la edificabilidad, «sin justificación alguna», según informó ayer la concejala Ángeles Micol. Concretamente, solicita la revisión de la modificación puntual del Plan n.º 101 del PGOU y del Plan Especial PC-MC01, aprobados en los años 2009 y 2010, respectivamente.

Ambas actuaciones urbanísticas se derivan del protocolo de 2006, firmado por el presidente de la Comunidad Autónoma, el alcalde de Murcia y el ministro de Fomento en aquel momento, tal y como recuerda Micol, quien explica que estas actuaciones supusieron un aumento de la edificabilidad «de más del doble en el entorno de la estación del Carmen, contemplando la construcción de más de 2.000 viviendas, además de instalaciones comerciales, un hotel, un edificio de oficinas, etc». La concejala de Ahora Murcia mantiene que estas actuaciones se aprobaron «sin ningún rigor, de forma chapucera». En concreto, se carecían de los informes sectoriales obligatorios, según Micol, destacando «los informes de la CHS, el estudio de impacto ambiental y los demás informes de los asuntos que son competencia del Estado, así como tampoco se tuvo un estudio económico con todos los requisitos a los que obliga la ley».

La edil recuerda que estas actuaciones urbanísticas las planteó el PP «con la excusa de hacer económicamente viable el soterramiento del AVE a Murcia, pero en realidad sobrepasaban con mucho las necesidades financieras para hacer posible dicho soterramiento». Por otro lado, las actuaciones urbanísticas suponen «la expropiación a 346 pequeños propietarios, por un coste total previsto de casi 8 millones de euros». La concejala sostiene que «no se entiende que para hacer el soterramiento esto sea necesario, y estas expropiaciones tampoco estaban contempladas en el protocolo de llegada del AVE firmado en 2006».

En este sentido, advierte de que Ahora Murcia está revisando todo el planeamiento urbanístico de la época de Miguel Ángel Cámara y Fernando Berberena, «y que Ballesta pretende llevar a cabo». Por último, Micol denuncia que sobre gran parte de estas actuaciones «existen sospechas de que no se proyectaron ni llevaron a cabo teniendo en cuenta el interés general, sino buscando el 'pelotazo' urbanístico».