Investigadores del grupo de investigación de Genética Molecular de la Universidad de Murcia (UMU) han conseguido capturar en bacterias las «instantáneas» de un nuevo fotorreceptor no encontrado antes en la naturaleza.

Para detectar y responder a la luz, los seres vivos emplean estos fotorreceptores, proteínas que se asocian a ciertos compuestos sensibles a la luz. Así ocurre en los ojos, donde las proteínas fotorreceptoras se asocian al retinal para permitir la visión. Hasta el momento, «solo se conocían seis familias de fotorreceptores; por tanto, el tipo de proteína fotorreceptora descubierta, fundadora de la familia CarH, se suma a la escasa lista existente», apunta Montserrat Elías, autora principal del trabajo, que ha sido publicado en Nature.

Este descubrimiento proporciona una nueva herramienta para el diseño de nuevas proteínas artificiales capaces de llevar a cabo determinadas funciones en respuesta a la luz, según fuentes del departamento de Promoción de la Investigación de la UMU (Prinum), dependiente del Vicerrectorado de Investigación.

En 2002, el grupo de investigación de Genética Molecular de la UMU empezó a sospechar que podía haber una relación entre la vitamina B12 y cómo la bacteria Myxococcus xanthus respondía a la luz. «Nos dimos cuenta de que esta bacteria podía utilizar la sensibilidad que la vitamina B12 tiene a la luz para que las células, que viven en el suelo, distinguieran si se encuentran expuestas a la luz, y en ese caso protegerse», señala la experta.