Un grupo de profesores ha detectado necesidades de escolarización en el área de Ronda Sur y ha comenzado a dar los pasos necesarios para poder construir allí un colegio concertado con la consejería de Educación. Según ha podido saber esta Redacción, el interés y la voluntad de estos futuros cooperativistas es tan real que ya están buscando un solar en el que pudiera estar ubicado el centro.
Sin embargo, antes de poner en marcha el proyecto es la consejería de Educación la que tiene que tomar decisiones. En primer lugar debe decidir si, según sus técnicos, realmente hay necesidades educativas en la zona. Si la respuesta es positiva, deben decidir si se construye un centro público o se dan las facilidades para autorizar la puesta en marcha de un proyecto cooperativista o de una entidad privada para después concertar la docencia. Según fuentes oficiales de la Consejería, actualmente no se ha entrado en negociaciones con ningún proyecto para la autorización de un centro concertado en la zona.
Desde Educación insisten en que son los técnicos de la consejería de Educación los que determinan o no las necesidades de escolarización para cada zona y se hace teniendo en cuenta muchos factores. Sobre este caso en concreto insisten en que no hay nada sobre la mesa en este momento.
Ronda Sur es una de las zonas urbanizadas en la última década y con población joven que empieza a tener hijos en edad escolar, por lo que construir un colegio en la zona entra dentro de las posibilidades. Los problemas económicos de la Administración pública han frenado en los últimos años la construcción de centros públicos de nueva planta, aunque con los incrementos presupuestarios que prometen las administraciones tampoco puede descartarse esta opción.
En la zona de influencia de Ronda Sur está el colegio público de San Pío X, que tiene problemas por la falta de alumnado, a pesar de ser un centro que ha obtenido muy buenos resultados en las últimas pruebas de diagnóstico hechas públicas por la consejería de Educación. Según indican fuentes del sector educativo, el alto índice de población inmigrante en el colegio es una de las causas que potencian su despoblación. Si el proyecto se convirtiera en una realidad, a buen seguro supondrá un motivo de protesta entre los colectivos que defienden el refuerzo de la red pública frente a la escuela concertada.
Desde el punto de vista de la economía social, Juan Antonio Pedreño, presidente de la Unión de Cooperativas de Enseñanzas, estima que un proyecto de estas características podría movilizar el empleo de unas cuarenta personas, que «asumirían la inversión de la construcción del centro, algo que hoy por hoy la Administración educativa tiene más complicado por el coste económico que implica», apuntó Pedreño. Ucoerm confía en que Educación pueda decidir en qué sentido aborda la escolarización en la zona para que las personas interesadas en crear esta cooperativa puedan avanzar en su inversión.
