El ayuntamiento de Murcia concede anualmente una media de 200 licencias para apertura de bares con música. Con el paso de los años, hay locales que cierran y otros de nueva apertura, por lo que estaríamos hablando de que en el municipio hay varios centenares de bares con licencia de actividad musical que cada día abren sus puertas. De estos centenares, tan solo ocho han instalado el limitador de ruido que obliga la ordenanza de Protección del Medio Ambiente contra la emisión de ruidos y vibraciones, que entró en vigor a comienzos de año, y dos o tres locales están en trámites para instalarlo, según informan a esta Redacción fuentes municipales.

A comienzos de 2016 finaliza el plazo de un año que el Ayuntamiento dio a los locales para cumplir esta norma, y en este tiempo tan solo ocho bares han instalado los limitadores de ruido, por lo que podría decirse que los dueños de los establecimientos con licencia de música en el municipio de Murcia no han hecho los deberes.

Algo que podría salirles muy caro, teniendo en cuenta que la ordenanza del ruido establece sanciones en las que la multa mínima por una infracción leve es de 100 euros y se llega hasta los 300.000 euros en caso de infracciones muy graves, a lo que se podría sumar el cierre de la actividad. A lo que obliga el Ayuntamiento desde que entrara en vigor la ordenanza es a instalar un equipo limitador-controlador y registrador, que permite al Consistorio recibir por Internet en tiempo real los niveles de ruido en cada uno de ellos.

Los datos recogidos por estos limitadores son enviados telemáticamente a Policía Local y a la concejalía de Medio Ambiente. Por lo que, en todo momento, se tiene constancia de que bares superan o incumplen los niveles de ruido establecidos. A partir de enero, los locales que no tengan instalados estos limitadores podrán ser sancionados.

Esta especie de 'caja negra' de los bares, no solo permite mantener un nivel constante del ruido en el interior del local, sino que además cuenta con un almacenamiento de al menos un mes de los niveles sonoros del local, así como de las posibles incidencias, según informaron fuentes municipales cuando fue presentada la ordenanza. La implantación de este sistema permite también controlar y analizar las actividades gracias a la organización por pestañas de los datos y la transmisión segura y certificada de los datos acústicos a la nube de la concejalía de Medio Ambiente.