­­La fiesta que aúna tradición y folclore necesitaba un cambio. Así lo demandaban las peñas huertanas y así ha sucedido. Tras casi 21 años presidiendo la Federación de Peñas Huertanas, Antonio Avilés cede el testigo a Juan Pablo Hernández (38 años) quien conoce desde dentro la Federación -los dos últimos años ha sido su vicepresidente- y quien se confiesa un enamorado de las tradiciones. Su padre, José Hernández, fundó en 1979 la peña El Azahar, de Beniaján, y él, en 2008 hizo lo mismo con la peña La Parranda. Promete hacer todo lo que esté en su mano para dar un cambio a la fiesta.

¿Qué supone para usted esta nueva etapa?

Es una aventura que, creo, va a ser muy positiva para las tradiciones y el folclore, que es por lo que las peñas nos movemos. Para ello cuento con una junta directiva con experiencia y con juventud, formada por Diego Perán, Juan Egea, Jaime Manzanares, Sandra Hernández y Josefa Noguera.

Llega a la presidencia después de numerosas críticas a la Federación de Peñas. ¿Eran justificadas?

Los últimos dos años han sido muy duros, porque no se ha podido hacer lo que se quería, porque los recortes económicos de la Administración nos han afectado. Aun así, también hay que asumir las críticas constructivas y reconocer nuestros fallos, que los ha habido. Yo asumo que en las pasadas fiestas no se trabajó como se tuvo que trabajar.

Habla de recortes. ¿Sin ayudas públicas la fiesta podrá continuar?

No. Claramente, no. Sin ayuda de las administraciones la fiesta del Bando de la Huerta corre peligro. En otras ciudades se nota ese apoyo, pero aquí no se está a la altura. Cuando hablamos de ayudas también hacemos referencia al apoyo de la empresa privada, ya que éste también se ha resentido.

Usted quiere cambiar la Federación y la fiesta. ¿Por dónde pasarían estos cambios?

Queremos cambiar o mejorar las Fiestas de Primavera. Nos gustaría que el día del Bando de la Huerta se viviera como el día de las tradiciones y para ello que el centro de la ciudad, sus plazas y sus jardines, se dedicaran a mostrar esto y no los macrobotelleos. Entiendo que los jóvenes -todos lo hemos sido- quieran divertirse a su manera, pero para ello hay que organizar la ciudad, porque hay espacio para todos. Así que yo apuesto por dejar el centro para las tradiciones y, por ejemplo, la zona de Atalayas para conciertos y barras para los jóvenes. El centro debe ser para disfrutar de la fiesta y tapear la gastronomía de la tierra, pero no solo en barracas, si no en bares y restaurantes.

¿Qué opina de pasar la fiesta del Bando -martes- al lunes?

Eso hay que sentarse y ver sus pros y sus contras, pero antes hay que identificar todas aquellas cosas que dañan la imagen del Bando y, cuando eso esté solucionado, seguir hablando de lo que se quiera.

¿Qué más cambios desea hacer en su mandato?

Los actos deben cambiar. La elección de la Reina, la presentación de candidatas, la Exaltación Huertana, todo debe cambiar, pero manteniendo su esencia.

¿Qué me dice del futuro Museo del Traje?

Eso es una ilusión, un proyecto de Antonio Avilés, pero es algo muy complicado. A día de hoy, la Comunidad es la única que puede llevar a cabo este gran proyecto y, si no se lo puede permitir, es algo que deberá esperar.

En los últimos tiempos se han dado casos de peñas que usaban sus ventorrillos como bares o que no cumplían con los estatutos de la Federación. ¿Qué tiene pensado hacer al respecto?

Vamos a visitar todas y cada una de las peñas. Vamos a ir a sus sedes, conocer a sus juntas directivas y saber qué actividades desarrollan. A raíz de esto, ya veremos que se hace.

Antonio Avilés ha presidido la Federación casi 21 años. ¿Se ve usted los mismos años al frente de las peñas huertanas?

No. Las personas no deben estar tantos años ni en asociaciones ni en la Administración. Tiene que haber renovación de gente e ideas. Yo creo que ocho años son suficientes para desarrollar tus proyectos y marcharte.