Está todo por hacer. Esta es la sensación que ofreció ayer el Consejo Social del Ayuntamiento, que recibió las propuestas de las mesas de trabajo que se formaron hace un mes y cuyos integrantes han estado analizando las distintas parcelas asignadas para hacer propuestas de cara a la elaboración de la Estrategia de Ciudad Murcia 2020.

Prácticamente todas las mesas de trabajo propusieron ideas y proyectos que el Ayuntamiento ya tenía en mente o que anunció en su día, pero que no se pudieron ejecutar por diversos motivos a lo largo de los últimos veinte años.

La Mesa de Empleo y Promoción Económica, integrada por Cámara de Comercio, CCOO, Consejo de la Juventud y Famdif, entre otros, reclamó en el turno de propuestas la construcción de la Ciudad Agroalimentaria y la Ciudad de la Automoción, iniciativas que fueron anunciadas por el Gobierno local del PP en pasados mandatos y que aún no se han materializado. El propio Clemente García, que actuó ayer en el Consejo Social de ponente de las conclusiones de la Mesa de Trabajo como exalcalde de Murcia, indicó que «este proyecto -en referencia a la Ciudad Agroalimentaria- está paralizado.

Aún no se sabe la ubicación y puede ser uno de los buques insignia del municipio». Añadió que la construcción de estas infraestructura estaría dirigida a atraer inversiones y apuntó que otra de las necesidades de la capital es potenciar el transporte público y la movilidad sostenible sobre todo hacia los polígonos industriales. En este apartado coincidieron prácticamente todos los organismos y entidades que están colaborando en el Consejo Social para la Murcia 2020. Consideraron incluso que no debe haber dos concesionarias de transporte público operando en la ciudad y que se deben conectar mejor las pedanías entre sí y los distintos pueblos con el centro de la ciudad.

La Mesa de Smartcity (ciudad inteligente), integrada por los colegios oficiales de Arquitectos, Ingenieros Industriales, Aparejadores, Ingenieros de Caminos y Cámara de Comercio, fue más allá y propuso al Ayuntamiento que haga unas rutas con las calles menos colapsadas para que las personas puedan trasladarse de un sitio a otro sin sufrir atascos. Otra de las ideas que se lanzaron al Consejo Social y que está dando vueltas en la maquinaria administrativa desde hace años es la construcción de tanques de tormenta en las ramblas de Espinardo y Churra, una propuesta de la Mesa de Infraestructuras, donde están los colegios profesionales de Agrónomos, Ingenieros Industriales, Aparejadores y Federación de Asociaciones de Vecinos. Esta misma mesa de trabajo llegó a la conclusión de que es necesario potencar los aparcamientos disuasorios para relanzar el transporte público y el tranvía.

La situación de los polígonos del municipio (Polígono Industrial Oeste y Cabezo Cortado, entre otros), tuvieron ayer voz en el Consejo Social. El presidente de la Federación de Polígonos Industriales de la Región, Paco Cabrera, dijo que «estamos dejados de la mano de Dios, con calles impracticables y peor que el algunas pedanías. Ha habido fuga de empresas hacia Alhama, Mula e incluso Yecla». Lamentó que no se atienda a estos complejos que en Murcia dan trabajo a más de 10.000 personas (22.000 antes de la crisis en 1.800 empresas que ahora se han reducido a 900). «No tenemos ni autobús», apuntó.

La oposición se mostró ayer a la expectativa ante las propuestas que llegaron al Consejo Social. El portavoz del PSOE, José Ignacio Gras, dijo que le habían dado el índice y que ahora había que profundizar. Mientras, el portavoz de Ciudadanos, Mario Gómez, reclamó que se «despolitizara» este órgano «para que no sea el alcalde el que dicte el orden del día». Ignacio Tornel, de Cambiemos Murcia, calificó de «simple sucesión de actuaciones puntuales el plan de recuperación de la huerta». Por su parte, Ahora Murcia, registró un decálogo para salvar la huerta basado en la revisión del PGOU y Ángeles Moreno dijo que lo presentado era simplemente para cumplir las mociones aprobadas.