­­José Moreno Espinosa, quien fuera presidente de la Fundación Cajamurcia durante varios años, llega ahora a Jesús Abandonado para presidir la Fundación, después de que José Fernández -tras once años- le ceda el testigo al frente del patronato de esta institución. Jesús Abandonado atiende a más de 14.000 personas en riesgo de exclusión al año, con el objetivo último de que puedan desarrollar una vida independiente de nuevo. Además de atender las necesidades básicas a través del comedor social o los centros de corta o larga estancia, los profesionales y voluntarios del centro realizan trabajos de acompañamiento sanitario y social, atención psicológica, formación, talleres ocupacionales o asistencia jurídica los 365 días del año.

¿Cómo asume esta nueva etapa al frente de la Fundación?

Con humildad y buen ánimo. Mi intención es trabajar -en una institución que es muy querida por los murcianos- por atender a nuestros usuarios, que son la razón de existir de la institución. Atender al marginado, al sin techo, es algo muy interesante, además de una obligación que tenemos como personas. Asimismo, en esta nueva etapa creo que tengo ventaja, ya que lo único que tengo que hacer es seguir las huellas de mi predecesor, José Fernández. A esto hay que sumar el equipo de profesionales y los voluntarios que hay en Jesús Abandonado, y el apoyo de la sociedad murciana y de los medios de comunicación de la Región.

¿Qué supone para Jesús Abandonado la figura del voluntario?

Los voluntarios son esenciales. Cuando hablamos del apoyo de la ciudadanía a Jesús Abandonado hay dos caminos para ello. Por un lado, la colaboración dineraria, que es muy necesaria, y por otro la aportación del trabajo.

¿Son generosos y solidarios los murcianos?

Muy generosos y muy solidarios. Además del dinero, los murcianos que se animan a ser voluntarios dedican nada menos que su tiempo, lo más escaso que tenemos.

Jesús Abandonado cuenta desde hace poco con un Centro de Día, ¿qué planes tiene para el futuro?

Continuar con la tarea que siempre ha desempeñado la institución. José Fernández nos señalaba siempre que cuando inauguráramos ese Centro de Día no era la meta final. Nuestro objetivo más inmediato, que afrontamos con mucha ilusión, es la campaña de Navidad. Pero hay muchos proyectos, ya que llevamos a cabo una actividad constante e ilusionante.

Con la crisis hubo un aumento de usuarios nacionales de Jesús Abandonado y cambió algo el perfil de la persona que demanda ayuda.

Para Jesús Abandonado lo fundamental es el núcleo de la persona. Con esto quiero decir que a nosotros lo que nos interesa es la persona a la que atendemos, al margen de si lleva un color u otro, es de una nacionalidad u otra, o es ingeniero o peón. Sí es cierto que con la crisis se ha notado un incremento de usuarios nacionales, pero son estadísticas, porque, como le digo, lo que importa son las personas.