El alcalde, José Ballesta, visitó ayer las obras del barrio de Los Rosales que, cuando concluyan, no sólo harán emerger un nuevo barrio, rehabilitado y regenerado en sus infraestructuras y viviendas, sino que «también se habrá producido una renovación en el tejido social y una mejora evidente de la vida de sus vecinos», indicaron en el Ayuntamiento.

Esto será así porque el proyecto que impulsa el Consistorio, en el que colaboran otras administraciones públicas y asociaciones que trabajan en el ámbito social, presta «especial atención a la resolución de los problemas de exclusión social, ya sea de género, cultura, étnica o económica». Ballesta mantuvo un encuentro con los representantes de las asociaciones que participan en el proyecto social, que cuenta con un presupuesto de 125.000 euros, entre las que se encuentran Cepaim, Rasinet y Copedeco, entre otras.

El regidor, que estuvo acompañado por los concejales de Derechos Sociales y de Vivienda, subrayó la importancia de este tipo de proyectos que «actuando sobre el entorno físico, permiten mejorar la vida de las personas de una forma no sólo material, sino influyendo en las relaciones de convivencia, en la formación para el empleo y en el respeto a nuestro entorno».

Para el Consistorio murciano, la implicación de los habitantes constituye uno de los puntos clave del proceso, que cuenta como líneas básicas con acciones dirigidas al fomento del empleo, la constitución de comunidades de propietarios, las actuaciones socioeducativas y de participación vecinal y el fomento de la convivencia.

«Desde el Ayuntamiento queremos y reformar barrios, construir plazas y recuperar espacios para el disfrute de los vecinos pero, sobre todo, estamos comprometidos con las personas. Por eso, mi deseo como alcalde es contribuir a mejorar las vidas, pero también a hacerlo de la forma que los murcianos elijan».