Un juzgado de Primera Instancia de Alicante ha resuelto dar a Maruja Cuenca la custodia de su nieta de tres años de edad tras perder a su madre, Yolanda Aniorte, de 39 años, a manos de su pareja, Juan Antonio Martínez, de 37 años, en un crimen de violencia machista ocurrido en agosto de 2014 en Orihuela. La madrina de la pequeña, Mari Carmen Martínez, hermana del asesino confeso, planteó una batalla en los juzgados para quedarse con la niña, algo a lo que se oponía la familia materna. En cualquier caso, la patria potestad continúa en manos de la Consejería de Bienestar Social de la Generalitat Valenciana.

La resolución del expediente de custodia, resuelto a través de sentencia y después de escuchar a ambas partes, deja también abierta la posibilidad de que la pequeña acabe finalmente en manos de un tercero, a través de una adopción, si la abuela no es capaz de cuidarla. Ahora bien, descarta la posibilidad de que un familiar director del asesino se haga cargo de la pequeña. En este sentido el fallo es especialmente duro con la Consejería de Bienestar Social y cómo llevó este asunto. La resolución ha tenido en cuenta los informes realizados por los técnicos.

Hipótesis

El letrado Guillermo Jiménez-Conde Guirao, del despacho MMB Abogados de Murcia, explicó que se ha presentado un recurso contra dicha decisión para que la magistrada tenga en cuenta otras opciones, dentro del seno de la propia familia materna de la pequeña, antes que la adopción que se plantea en estos momentos como una simple hipótesis. El letrado recordó que la niña se está criando con su hermano mayor -fruto de una relación anterior de la madre- y que ambos van juntos al mismo centro escolar de Orihuela. La abuela continúa trabajando y cuidando a ambos, aunque el pequeño está con su padre, aunque pasan buena parte del día juntos.

La resolución judicial se ha conocido mientras el juzgado de Violencia contra la Mujer de Orihuela concluye durante estos días las últimas periciales y pruebas del procedimiento con jurado abierto a raíz de este luctuoso suceso. A priori, está previsto que antes de concluir 2015 las diligencias sean remitidas para su enjuiciamiento, lo que podría ocurrir en 2016. Los hechos se remontan a agosto de 2014 cuando la mujer fue encontrada en medio de un charco de sangre en la vivienda que ocupaba en el barrio del Rabaloche.

El cadáver presentaba hasta diez golpes hechos con una mancuerna de gimnasio. La pareja de Yolanda había desaparecido y fue descubierta en Murcia consumiendo droga. Posteriormente confesaría el crimen y participaría en la reconstrucción de los hechos. En su declaración judicial aseguró que se marchó aquella misma noche y que no recuerda lo que ocurrió. Las acusaciones califican los hechos como un asesinato. La mujer no se pudo defender en ningún momento.