Los partidos de la oposición en el Ayuntamiento (PSOE, Ciudadanos, Ahora Murcia y Cambiemos Murcia) están haciendo en pedanías lo que no se atrevieron a hacer en la Glorieta. Es decir, pactar y hacer gobiernos alternativos al PP pese a que este partido haya sido el más votado.

Con esta técnica y con la incapacidad que ha demostrado el equipo del alcalde Ballesta para anticiparse y negociar con alguno de los grupos con representación en el Ayuntamiento, los populares perderán más de la mitad de las juntas vecinales.

Lo del pacto del PSOE con Ciudadanos era casi lógico. Los dos partidos más votados de la oposición haciendo causa común contra el PP, que ha estado campando a sus anchas en el municipio a lo largo de veinte años. Los socialistas aprovecharon la pereza del Gobierno local para abordar el asunto de las juntas y no tardaron en sentarse a la mesa de la formación naranja, demostrando que tienen ganas de ser alternativa real en los pueblos a los populares.

En ese juego ha entrado también Cambiemos, que desde un principio tuvo claro que el objetivo era desbancar al PP, un partido que le ha hecho sufrir mucho en ciertos pueblos y al que nunca darán su apoyo para que sigan en el gobierno. El tripartido se fraguó a las primeras de cambio, con el empuje importante de la formación de izquierdas. Lo sorprendente en estos momentos es que Ahora Murcia y Ciudadanos también se han dado la mano y han rubricado un pacto de apoyo mutuo. Lo han demostrado en Patiño, feudo indiscutible del PP y cuna de uno de los factótum populares, Antonio Sánchez Carrillo. Los seguidores de Pablo Iglesias le dieron la junta a los de Albert Rivera.

Cualquiera lo habría dicho después de oír al concejal de Ahora Luis Bermejo en el pleno del pasado jueves. Le sacó los colores a Mario Gómez, el portavoz de Ciudadanos, que tuvo que escuchar de la bancada podemita cómo se le acusaba de servir a la causa del PP y de ser un concejal encubierto del equipo de gobierno.

Pocas horas después surgió el amor (ya lo dice el refranero: del amor al odio, un paso) y ambas formaciones han firmado un acuerdo para apoyarse en las juntas de vecinos. La formación naranja ha puesto como condición que no aparezcan siglas en el documento y que no lancen notas de prensa a los cuatro vientos voceando este acuerdo.

Está claro que en este pacto se benefician ambos partidos. Por un lado, C's tiene la garantía de que no se le escapará ninguna junta que dependa del voto de Ahora Murcia, como le ocurrió en Santa María de Gracia, mientras que el grupo de Alicia Morales puede presumir de no haber dado un cheque en blanco a sus compañeros de oposición y de haberlos obligado a firmar por escrito un documento de mínimos (con el PSOE ya lo hizo y Ciudadanos acaba de dar su brazo a torcer). Y es que, parafraseando la canción llanera venezolana que versionaron grandes artistas, 'cuando el amor llega así de esta manera, uno no se da ni cuenta'... A ver lo que dura la flecha de Cupido en la bancada de la oposición. Por nadie pase.