La condición que puso Ciudadanos para pactar con el PP en las juntas de vecinos de pedanías desencadenó una revuelta en el seno de las agrupaciones locales de los populares, que se ha cobrado ya su primera dimisión. Se trata del presidente del PP de Torreagüera, Fulgencio Perona, que además ha sido presidente de la junta de vecinos de la pedanía durante los últimos doce años, por lo que estaba directamente afectado por el veto de C's.

Este partido de oposición siempre ha mantenido que daría su apoyo a la lista más votada en las elecciones y así ocurrió con José Ballesta, que necesitó la abstención de Ciudadanos para hacerse con el bastón de mando de la Glorieta. En las juntas de vecinos de pedanías mantuvo el mismo criterio, pero añadió una condición más. Apoyaría a los populares siempre y cuando no propusieran candidatos que llevaran de alcaldes pedáneos más de ocho años, lo que implicaba que el PP debía incluso no proponer a aquellos que habían ganado en sus pueblos por mayoría absoluta, como es el caso de Torreagüera (allí ganaron los populares obteniendo cinco vocales frente a los dos del PSOE, uno de Ahora Murcia y uno de Ciudadanos).

La propuesta de Ciudadanos dividió a los populares, que no movieron ficha, lo que llevó a C's a buscar otros pactos para constituir las juntas, apoyando básicamente al PSOE para desbancar el PP. La primera dimisión que se ha producido en el seno de las juntas locales de los populares tiene precisamente el motivo en cómo se ha gestionado esta crisis desde la dirección del partido de Gobierno, según explicaron fuentes de los populares. Mientras, el hasta ahora presidente del PP en Torreagüera no quiso ayer explicar a esta Redacción sus motivos y se limitó a decir que «estoy en funciones y no quiero hacer declaraciones».

La renuncia de Perona aún no ha sido aceptada por el secretario regional del PP, Pedro Antonio Sánchez, que, según ha podido saber este periódico, la tiene encima de la mesa. Además de en Torreagüera, los populares también se encuentran con dificultades en otras pedanías, como en Cabezo de Torres, La Arboleja o Llano de Brujas. En esos pueblos, la junta local del PP ha elegido unos vocales para la junta municipal (la que depende del Ayuntamiento) y el Gobierno local ha diseñado otra. Es decir, hay dos listas lo que pone de manifiesto la crisis interna que viven los populares en el municipio y la pérdida de poder territorial.