Las esculturas que el Ayuntamiento de Murcia colocó en distintas rotondas de la zona norte de la ciudad, un proyecto impulsado por la concejalía de Urbanismo cuando era concejal Fernando Berberena, ha acabado salpicando a los funcionarios municipales.

Unos ocho empleados de distintos servicios públicos de la Administración local fueron llamados a declarar el pasado lunes en calidad de detenidos ante la Policía Nacional a las dependencias que este cuerpo de seguridad tiene en la Comisaría de la calle Correos. Estas actuaciones policiales se enmarcan dentro de las investigaciones que ha realizado el fiscal anticorrupción Juan Pablo Lozano sobre la instalación de esculturas en las rotondas del casco urbano, que han culminado de momento, en una denuncia del ministerio público en el juzgado al entender que el que fuera concejal de Urbanismo habría cometido distintos delitos, tales como prevaricaciòn, cohecho y falsedad documental.

El fiscal cree que Berberena pudo lucrarse con el encargo y colocación de estas esculturas, con la connivencia de un galerista y un técnico municipal. Las pesquisas del fiscal sobre las esculturas partieron de las investigaciones del caso Umbra, en el que está imputado el exedil, el exalcalde Cámara y Jesús Samper, dueño del Real Murcia y promotor de Nueva Condomina.

El juzgado que instruye el caso Umbra hizo pieza separada con las esculturas. Berberena ya declaró por este asunto ante el fiscal el verano pasado. Ahora, le ha tocado el turno a 8 funcionarios.