Los dos médicos forenses que intervinieron ayer en el juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de Murcia por el asesinato de una anciana en la pedanía de El Raal, señalaron que ésta falleció como consecuencia de los fuertes golpes recibidos en la cabeza. Los forenses indicaron que las heridas que presentaba en el cráneo fueron realizadas por la rama de un limonero, que figura como pieza de convicción en el juicio y que ayer les fue mostrada a aquellos.

Esa rama, por ser un objeto contuso y por su grosor, utilizada con gran violencia, es capaz de producir lesiones de tal entidad como las que produjeron la muerte de la fallecida, C.G. Estos peritos expusieron igualmente a la sala que el cadáver de la anciana presentaba también una gran hemorragia interna, con consecuencias que no fueron posible evitar pese a los cuidados que le fueron prestados en el hospital al que fue conducida y en el que falleció horas después del mortal ataque. Esta cuarta sesión del juicio contra el acusado, Tahar R., registró un incidente cuando éste interrumpió la prueba de los peritos para pedir un vaso de agua y, al mismo tiempo para, dirigiéndose al fiscal del caso, reiterar su inocencia. Tras calmar la sed, el presidente del tribunal le advirtió por segunda vez de que debía guardar silencio, que ya tuvo ocasión de manifestar lo que a su derecho convenía.