El individuo acusado de matar a una anciana y herir a otras dos en febrero de 2012 propinándoles golpes con una rama de limonero mientras paseaban por un huerto en la pedanía de El Raal insiste en su inocencia y en que ni siquiera estuvo en el lugar de los hechos cuando ocurrió el crimen, pero los testigos le identificaron «sin ningún género de dudas», según declararon ayer los agentes de la Guardia Civil que instruyeron las diligencias. «Yo no soy asesino, vine a España a buscarme la vida, no hice daño a nadie ni pasé por esa zona», aseguró el acusado, Tahar Ryad, a preguntas del fiscal, José María Alcázar, en la primera sesión de la vista oral que comenzó ayer en la Sección número 2 de la Audiencia Provincial, presidida por el juez Abdón Díaz.

El fiscal incidió especialmente en lo ocurrido el día de los hechos y preguntó en varias ocasiones por detalles de la agresión como, por ejemplo, si golpeó o arrastró a las víctimas, qué hizo con el monedero que sustrajo supuestamente a una de las ancianas o si se hizo con una rama de limonero de forma previa a la agresión. El acusado, que fue auxiliado en todo momento por un traductor, aseguró que, cuando ocurrieron los hechos, él llevaba «diez o doce días» sin pasar por el carril de los Cobos donde fueron agredidas las víctimas. «No he pegado a nadie ni he arrastrado a nadie; nunca he pensado que fuera a estar en la cárcel», declaró el acusado.

Ante el interrogatorio, el acusado negó reiteradamente la agresión y sostuvo en todo momento que no estuvo en el lugar de los hechos, a pesar de que el fiscal le recordó que, durante su primera declaración en el Juzgado en la fase de instrucción, dijo no recordar si había pasado por allí. También se retractó de su declaración inicial en el Juzgado, cuando dijo que había estado trabajando el día de los hechos, el lunes 27 de febrero de 2012.

Ahora, Tahar Ryad sostiene todo lo contrario y afirma que no trabajó, y achaca su contradicción al «miedo» que sintió por haber sido «agredido» por la Guardia Civil en los calabozos. La vista oral comenzó sin la presencia de dos testigos también de nacionalidad marroquí que aseguraron haber visto al acusado huir de la zona de los hechos. En concreto, la Sala cumplió todos los trámites legales para localizar a estos dos testigos pero, ante la imposibilidad de dar con su paradero, se acordó el inicio del juicio para no demorar más el proceso, según el abogado de la defensa, Felipe Insúa. Aunque estos dos testigos no acudieron a la vista, en su momento señalaron «sin lugar a dudas» al acusado como el autor de la agresión, según ratificaron tanto los agentes de la Guardia Civil que acudieron en un primer lugar al lugar de los hechos como los agentes de la Policía Judicial que se encargaron de la inspección. En concreto, uno de los agentes encargados de instruir las diligencias explicó ayer que dos testigos que estaban en la zona el día del crimen se encontraron «de cara» con el acusado a pocos metros cuando salía de un huerto de limoneros tratando de huir del lugar, y lo identificaron «sin lugar a dudas», indicando que se trataba de un compatriota que vivía en una casa abandonada próxima, conocida como casa de los Rodríguez.

Según la versión de Ryad, se enteró del crimen un día después de que tuviera lugar, cuando se reunió en casa con varios compatriotas y le dijeron que muy cerca de allí había muerto una mujer. «Me dijeron que habían matado a una señora cerca de la casa, que me estaban buscando y que, como no tenía papeles, me iban a mandar a Marruecos», indicó.