Veinte años de alcaldía ininterrumpida han sido suficientes para matar en Miguel Ángel Cámara al gusanillo de la política. El que fuera regidor de la capital del Segura hasta el pasado 24M declara seguir más la actualidad política que la local, «y como un ciudadano más». «Yo estoy ya de todo esto... Lo veo a larga distancia. Si me entero de cosas es porque me las dicen», asegura.

Es la primera vez que Cámara, que ha retomado su puesto de profesor de Química Agrícola en la Universidad de Murcia, ha concedido una entrevista desde que se alejara oficialmente de La Glorieta y anunciara su retirada, una decisión que, según confiesa, lleva tomada desde 2011. Y lo ha hecho con el que fuera portavoz del grupo municipal de UPyD en el Ayuntamiento durante su última legislatura: Rubén Juan Serna, también periodista y que ha recogido en su blog personal su conversación con el exprimer edil.

«La política no es un trabajo, son ciclos con principio y final, y el mío llegó», pero niega que su retirada tuviera alguna vinculación con su imputación por el caso Umbra o la negativa de Ciudadanos de apoyar una candidatura que incluyera investigados en sus listas. «Históricamente, todas las formaciones que han sido puerta -en referencia al partido naranja-, han sido puerta para cerrarlas, nunca para abrirlas».

No obstante, el tema estrella de la entrevista fue, como no podía ser de otra manera, la llegada del AVE a Murcia, que cuenta en la actualidad con un sistema ferroviario «impresentable». «Creo que la gran mayoría de los murcianos estamos convencidos de la necesidad de que la alta velocidad llegue a Murcia, y, al mismo tiempo, que tiene que estar soterrado como estaba previsto», afirma. El conflicto llega con los diferentes planteamientos para enterrar las vías.

Para el exalcalde, que apuesta por su realización en fases, «el soterramiento de los siete kilómetors y medio en una unidad de acto es una utopía, irrealizable». «Quizá si en su momento se hubiera aceptado la solución provisional de una estación en Los Dolores ahora tendríamos conexión con Madrid, o a punto de estarlo, y un debate más sosegado acerca de cómo continúa el ferrocarril de Murcia hacia el sur», lamenta.

Sobre la gestión de Ballesta

  • En cuanto a la gestión de su sucesor, José Ballesta, cree que los primeros 100 días del nuevo alcalde popular de Murcia han seguido un «cierto hilo conductor, una continuidad», con sus dos décadas de mandato, aunque con una considerable pérdida de apoyo electoral hacia el PP que ha obligado a considerar asuntos o proyectos que con él «contaban con un apoyo social mayoritario». Y es que Cámara aprecia «cierta desmovilización del votante tradicional popular», algo que, «sumado a la mayor movilización social de la izquierda, ha cambiado la configuración actual de la corporación municipal». Aunque reconoce la dureza de los nuevos plenos multipartidos: «Incluso con un Partido Comunista fuerte, con tres concejales, y un PSOE que venía de gobernar -años noventa-, existió un clima de colaboración muy positivo. Pero con el tiempo fue cada vez más difícil trabajar con los socialistas», recuerda.

Cámara también se ha referido al caso Joven Futura, en el que recientemente el Supremo ha anulado la reclasificación del suelo que permitió construir dicha urbanización durante su mandato. «El problema es un trámite que, imagino, se resolverá en breve y que no tiene más trascendencia. Y que además afecta a la Comunidad y no tanto al ayuntamiento de Murcia. El 99,5% de los contenciosos que se han interpuesto contra este ayuntamiento han acabado dando la razón a esta administración».

Por último, se refirió a Ramón Luis Valcárcel como «el mejor presidente que ha tenido la Región hasta hoy» y, además, como su «amigo». «Son más de 30 años de relación personal, solo puedo decir cosas buenas de él». Sobre quien no opina es sobre Alberto Garre, presidente de la Comunidad desde la salida del propio Valcárcel y hasta la llegada de Pedro Antonio Sánchez, al que augura «una papeleta difícil» en una coyuntura política que el exalcalde describe como «extraña».